El Teatre Lliure de Barcelona estrena Caramel, el nuevo espectáculo de Arianda Peya y Clara Peya (Les Impuxibles) con textos de Pablo Messiez. El montaje, que reflexiona sobre el consumo de sustancias en un diálogo entre la música, el movimiento y la palabra, podrá verse hasta el 1 de diciembre en el Lliure de Gràcia y el 8 de diciembre en el festival Temporada Alta.
Les Impuxibles llevan al Teatro Valle-Inclán de Madrid, de la mano del Centro Dramático Nacional, la visión de María Velasco sobre el suicidio y la depresión. Un montaje en el que dramaturgia y narración confluyen con la danza y sus emociones para revelar la complejidad, la ignorancia y el conflicto que tenemos con la salud mental.
El Teatre Nacional de Catalunya en Barcelona presenta Harakiri, la última obra/performance de Les Impuxibles. De nuevo, la compañía nos hace pensar más allá de lo que la sociedad nos permite y nos habla abiertamente del suicidio desde varias (y cercanas) perspectivas.
El Teatre Lliure da la bienvenida a una de las propuestas más recientes de Caryl Churchill. Estrenada en 2016, I només jo vaig escapar-ne (Escaped Alone) nos sitúa en un terreno donde miedo y cotidianidad se dan de la mano. Una pieza breve que explora la profundidad de los terrores (grandes o pequeños) del siglo XXI.
El Tantarantana del Raval abre sus puertas esta temporada con Preses, una producción conjunta de las Cías Ella y Kaddish, donde Laura Giberga se sienta a escribir y ella misma dirige y protagoniza este montaje-homenaje a las mujeres que fueron encarceladas después de la Guerra Civil.
La Sala Atrium se corona con Infanticida. El monólogo interior de Caterina Albert se convierte en un soliloquio musicado gracias a la unión de la dramaturgia de Marc Rosich, la partitura de Clara Peya y el impresionante re-diseño hacia la electrónica de Gerard Marsal. Marc Angelet agita con entereza el cóctel ideal gracias también al ingrediente estrella: Neus Pàmies.
El pasado 6 de diciembre, Clara Peya presentaba en Barcelona su primer trabajo discográfico de piano solo; A-A (Analogia de l’A-mort). La sala Utopia 126 albergó este concierto cargado de grandes emociones que colgó el cartel de Sold Out una semana antes de la presentación.
El Malda se convierte en Una habitació buida. Un musical de la Cia. Llançat escrito por Marc Artigau i Queralt, con música de Clara Peya y dirección de Joan Maria Segura i Bernardas, que lleva al teatro la ciencia-ficción con carga psicológica y existencialista. Ocho intérpretes defienden con sensibilidad y convicción un material de partida interesante y bien ejecutado.
La Sala Flyhard se atreve con el género musical. Jacuzzi es una propuesta de pequeño e íntimo formato con la que Marc Rosich se rodea de un destacable equipo profesional. La crítica más ácida está muy presente y nos propone, entre la sorpresa y el desconcierto, una pieza en la que los secretos de los protagonistas se convierten en sutiles alegorías de nuestra realidad inmediata.
El Maldà se apunta uno de los éxitos de la temporada con Akelarre. El nuevo espectáculo de The Feliuettes nos reúne de nuevo con tres embajadoras de lujo. Laura Pau, Maria Cirici y Laia Alsina Riera aprovechan un material muy bien escogido y la complicidad de Gerard Sesé para ofrecernos una pieza de cabaret en toda regla.