Tras el éxito de su serie televisiva, Sala Polivalent (Televisió de Catalunya), La Calòrica vuelve a pisar los escenarios, concretamente el Teatre Lliure de Barcelona, con su nuevo espectáculo: La brama del cérvol (una experiència única en un marc incomparable). Una comedia existencial y política escrita por Joan Yago y dirigida por Israel Solà con la que la compañía celebra su 15º aniversario.
Nos encontramos estos días en el Espai Lliure del Teatre Lliure de Montjuïc una pieza de excepción. En Una mena d’Alaska, el actor y también director Ivan Benet nos sumerge en un universo que baila entre el sueño y la vigilia. El montaje estará en cartel hasta el 1 de junio y para los que asisten puedo afirmar que se convierte en una experiencia escénica profundamente sensorial.
El Teatre Lliure de Barcelona presenta Fantàstic Ramon, una nueva creación de Clàudia Cedó con la que la dramaturga y directora vuelve a llevar la diversidad a escena. Una comedia con toques fantásticos que habla de amor, exclusión, rechazo y paternamismo protagonizada por 11 intérpretes con y sin diversidad funcional.
L’herència, de Matthew López, llega al Teatre Lliure de Barcelona dirigida por Josep Maria Mestres. La obra sigue la vida de un grupo de jóvenes gays que viven en Nueva York una generación después de la crisis del sida. La obra, de una duración total de 6 horas, puede verse hasta el 16 de marzo dividida en dos partes de 3h (jueves la primera parte, viernes la segunda parte) o en formato maratón los fines de semana.
El Teatre Lliure de Barcelona estrena Caramel, el nuevo espectáculo de Arianda Peya y Clara Peya (Les Impuxibles) con textos de Pablo Messiez. El montaje, que reflexiona sobre el consumo de sustancias en un diálogo entre la música, el movimiento y la palabra, podrá verse hasta el 1 de diciembre en el Lliure de Gràcia y el 8 de diciembre en el festival Temporada Alta.
La Calòrica ha regresado al Teatro Valle-Inclán de Madrid con Le congrès ne marche pas; una producción del Centro Dramático Nacional y el Teatre Lliure. La compañía catalana aborda desde el humor y en clave política el Congreso de Viena de 1814, para lanzar un paralelismo con el capitalismo voraz de los siglos XX y XXI.
Julio Manrique se estrena como nuevo director artístico del Teatre Lliure de Barcelona dirigiendo, además, la primera obra de la temporada. Y lo hace con un Chéjov, La gavina. Primera vez con esta obra, pero volviendo a visitar al dramaturgo ruso del que ya ha dirigido o interpretado otros títulos anteriormente (Les tres germanes, Vània).
Hamlet es ahora mujer y, cámara en mano, decide grabar cuanto acontece en Elsinore tratando de alterar su sino. Sea o no sea. O fuese. Hamlet. En els plecs del temps es una fiel y a la vez original revisión del clásico de William Shakespeare que ha llegado estos días al Teatre Lliure de Barcelona. Aunque lo más adecuado sería llamarla Hamlet. Dans les plis du temps.
Magda Puig Torres y Andreu Martínez Costa han creado el sorprendente espectáculo que puede verse en el Teatre Lliure de Barcelona, en Montjuic: Thauma, palabra griega que designa la maravilla, el asombro. El milagro. Y combinando la poesía visual, el teatro de objeto y las artes circenses con simples pero increíbles ingenios tecnológicos, nos convencen de que todo, absolutamente todo, es posible.
El ciclo troyano tiene muchos elementos, y entre el Rapto de Helena y La Ilíada pasaron muchas cosas. Una que suele olvidarse, pero que disparó una sangrienta cadena de venganzas, es la que llega ahora al Teatre Lliure de Barcelona. Y es que Eurípides nos contó como, para que los griegos partieran hacia Troya, los dioses exigieron el sacrificio de la hija de Agamenón: Ifigènia.