novedades
 SEARCH   
 
 

30.03.2022 Críticas  
Lo que la sociedad esconde

El Teatre Nacional de Catalunya en Barcelona presenta Harakiri, la última obra/performance de Les Impuxibles. De nuevo, la compañía nos hace pensar más allá de lo que la sociedad nos permite y nos habla abiertamente del suicidio desde varias (y cercanas) perspectivas.

Bajo el amparo de un lenguaje propio de música, voz y movimiento, y siempre con la voluntad de hacer activismo a través del arte, la compañía Les Impuxibles habla de temas comunes en la sociedad pero no tan comunes en las tablas de los teatros. En sus últimos espectáculos, la compañía catalana ha hablado de los trastornos y la salud mental en Suite TOC núm 6. y de las violencias sexuales en AÜC-el so de les esquerdes; temas tabú que la sociedad rehuye.

Ahora, la compañía vuelve a poner todo su sudor y lágrimas para presentar Harakiri; una performance que pretende librar de vetos y estigmas todo lo que rodea al suicidio para cederle un amplio espacio de comprensión y escucha. En una sociedad donde todo el mundo es feliz y tiene una vida perfecta en Instagram, Les Impuxibles se enfrentan a una de las lacras más ocultas en nuestra sociedad.

El suicidio es el gran tabú y la primera causa de muerte no natural en nuestra sociedad. Pero suicidarse es algo impensable. No es viable este tipo de «salida». En un país que se vanagloria de ser aconfesional, todo el mundo se santigua y reza con tal de que una persona desista en estos pensamientos. En este momento, el suicidio es un estigma que la sociedad quiere olvidar y evitar a toda costa. Cuando alguien decide suicidarse, siempre aparecen las mismas preguntas: ¿quién es el culpable? ¿hubiese podido hacer algo para evitarlo? Les Impuxibles nos lo dicen bien claro: “Se habla poco del suicidio por temor al efecto espejo pero revelarlo es necesario para romper el tabú que lo rodea». Y es que, la mayoría de la sociedad seguramente ha pensado vagamente alguna vez en el suicidio pero no lo expresa.

En Harakiri, Les Impuxibles ponen en común las preguntas generadas por el duelo a través de la presencia de una madre que se explica a sí misma después de morir. Ella tiene (tenía) sus motivos, fue su forma de lidiar con lo que sentía (o no podía parar de sentir) y, por ello, decidió finalizar su existencia.

Con esta obra, la compañía pone su foco en teatralizar una visión política del suicidio y a la vez una crítica a la vida administrada, obligada, al cuerpo sometido. No podemos decidir. No tenemos voto. La sociedad ejerce un poder sobre nosotros que asegura nuestra vida por encima de cualquier decisión pero, al mismo tiempo, nos produce una infelicidad continúa.

Clara Peya (música) y Ariadna Peya (coreografía), nos presentan este sobrecogedor texto firmado por María Velasco que nos hace pensar y entrever la relación de una madre (interpretada por Montse Esteve) y su hijo (interpretado por Pau Vinyals). Junto a ellos, disfrutamos del trabajo de Sílvia Capell en la parte circense, y del trío Haley Diallo, Helena Gispert y Kiko López quienes, junto a Ariadna Peya nos hipnotizan con la danza contemporánea. Aunque cada uno/a tiene su rama de trabajo, todos participan bajo todos los géneros teatrales que empiezan bien diferenciados pero que acaban entremezclándose de una forma orgánica perfecta.

El sentimiento continuo que crean en escena es tan potente como el visual que gozamos sobre las tablas. Y es que acudir a presenciar un montaje de Les Impuxibles es una apuesta segura que nadie debería perderse. No solo por su gusto teatral y por la exquisitez de sus montajes, sino por los temas que conforman su trayectoria profesional. Temas complicados, mal llamados tabú, que necesitan ser espetados y confrontados ante un público ávido de teatro social.

Crítica realizada por Norman Marsà

Volver


CONCURSO

  • COMENTARIOS RECIENTES