La Sala Atrium se corona con Infanticida. El monólogo interior de Caterina Albert se convierte en un soliloquio musicado gracias a la unión de la dramaturgia de Marc Rosich, la partitura de Clara Peya y el impresionante re-diseño hacia la electrónica de Gerard Marsal. Marc Angelet agita con entereza el cóctel ideal gracias también al ingrediente estrella: Neus Pàmies.
La Sala Muntaner acoge una nueva adaptación de La nit de la Molly Bloom, versión teatral que José Sanchis Sinisterra realizó ya en 1979 del capítulo final del “Ulysses” de James Joyce. En esta ocasión, Àngels Bassas se pone en la piel de un personaje que todavía a día de hoy sigue siendo tan icónico como recóndito.