Las Naves del Español en Matadero de Madrid acogen en su programación la representación de Tan solo el fin del mundo; una obra del dramaturgo francés Jean-Luc Lagarce, bajo la dirección de Israel Elejalde, que puede verse en la sala Fernando Arrabal hasta el próximo 7 de enero.
Después de tres temporadas de éxito absoluto en Barcelona llega a la Sala principal del Teatro Español de Madrid, La importancia de llamarse Ernesto con dirección de David Selvas. Una comedia rotunda, ácida y muy divertida que nos ofrece una adaptación modernizada y musical de la obra de Óscar Wilde construida por un elenco espléndido.
De algún tiempo a esta parte… Fracaso?, de Max Aub, se representa en el Teatro Español de Madrid, con dirección y adaptación de Maite Pérez Astorga, interpretada por María Pujalte y Ana Rujas; cuenta iluminación de Juan Gómez-Cornejo, vestuario de Paola de Diego, sonido y audiovisuales de JUMI (Daniel Jumillas) y espacio escénico de Lua Quiroga Paul.
La familia está para hacerle ‘todo eso que no le harías a un desconocido por miedo a las consecuencias’. O al menos eso dice El reencuentro, la ácida comedia de Ramón Paso con la que Amparo Larrañaga y María Pujalte vuelven a ser hermanas con química sobre las tablas. Fuego cruzado de sarcasmo en el Teatro Maravillas de Madrid hasta el 18 de agosto.
La sala Guirau del teatro Fernán Gómez acoge TRISTANA, un montaje de la novela de Benito Pérez Galdós que trata un tema tan de actualidad como es la igualdad de la mujer en una sociedad patriarcal donde los hombres dominan el mundo.
En una sociedad que nos impone que la felicidad se mide en el éxito, en que antes de los cuarenta hemos de tener la vida perfecta, la pareja perfecta y el teléfono perfecto, es fácil sentirse un perdedor (loser en inglés). Esta tierna función nos alivia de esas absurdas imposiciones y nos deja la sonrisa pintada en el rostro.