Las hijas de Eva, compañía formada por las actrices Inma Nieto y Elisabet Gelabert estrenan en el Teatro de la Abadía de Madrid su ópera prima Lady Anne, que se inspira en este personaje de la tragedia Ricardo III de Shakespeare para realizar una lectura contemporánea en perspectiva femenina sobre el poder.
Alfredo Sanzol dirige su primer Lorca y presenta, en el Teatro María Guerrero de Madrid, La casa de Bernarda Alba. Un montaje que se aleja del imaginario tradicional y revisita la obra clásica ofreciéndonos una visión más humanizada de la matriarca.
Supernormales de Esther F. Carrodeguas lleva varias semanas en cartel en la sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán de Madrid, siendo la comidilla de las redes y pudiendo convertirse en el sleeper de la temporada. Humor negro, inclusivo y marrano es la revelación en lo que va de año.
Mi película italiana, en la sala Margarita Xirgu del Teatro Español, acaba de entrar en la dinámica de colgar el cartel de “Localidades Agotadas” función tras función, por los buenos comentarios desde su estreno.
El ejercicio de llevar del cine al teatro una historia es tremendamente arriesgado. El poder del cine y más si es buen cine hace que el traslado a las tablas sea tratado con una inventiva prodigiosa. No siempre el resultado es óptimo. Llega al Fernán Gómez la adaptación de Bailar en la oscuridad, con un resultado que no honra el excelente film del año 2000.
Dice José Luis Gómez, director y protagonista de esta obra, que no le gusta llamar a su CELESTINA versión. Que para él, es la CELESTINA sin más, donde no se ha modificado ni historia ni texto. Una adaptación que ha mantenido lenguaje y mensaje de esta dramaturgia de hace más de cinco siglos.