Ha llegado la primavera al Teatro Real de Madrid. Con la programación de Las bodas de Fígaro se da el pistoletazo de salida a la estación del amor, de la alegría desbordada y los enredos causantes de los caprichos amorosos y las pulsiones hormonales. Eso son estas bodas que si bien son correctas, se quedan algo anodinas en algún pasaje.
El Gran Teatre del Liceu acoge el estreno barcelonés de la última puesta de Doña Francisquita de Amadeu Vives. Muchos dirán que la de Lluís Pasqual. Sí, por supuesto que el peso de su dirección escénica y adaptación transforma y modifica. Lo hace. De un modo fantástico y que se convierte en celebración y homenaje. Enaltecimiento y revalorización.
Del 21 de marzo al 6 de abril tendremos la oportunidad de disfrutar de un RIGOLETTO único en el Gran Teatre del Liceu. La holandesa Monique Wagemakers firma la dirección de escena y el maestro italiano Riccardo Frizza, experto en el repertorio de Verdi, la dirección musical.
Una de las obras emblemáticas de Lorca llega a Madrid, al Fernán Gómez. Bernarda Alba es mucha Bernarda. El texto está lleno de momentos sobrecogedores, de frases lapidarias que necesitan pasión y dolor escénico. Esta versión adolece de falta de pasión.
Pocas obras del teatro español definen la tragedia de un modo tan acertado como la última obra del gran García Lorca; LA CASA DE BERNARDA ALBA. El clásico de Federico García Lorca se podrá ver del 12 al 30 de octubre en el Teatro Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa de Madrid.