novedades
 SEARCH   
 
 

29.04.2024 Críticas  
Conspiranoia – Crítica 2024

Jordi Casanovas (Jauría, Valenciana) dirige y escribe, junto a Marc Angelet (Immortal, La Chispa), una comedia sobre amigos que quieren devolver a una de ellos a la senda de la razón pero que se esconden multitud de secretos para no decirse dolorosas verdades. Como la vida misma, Conspiranoia en La Villarroel de Barcelona.

Cuando un amigo se equivoca, ¿intentamos corregirlo? Quizás. Pero ¿y cuando su visión del mundo se convierte en algo totalmente en contra de lo que asumimos como correcto, más allá de opiniones y sentimientos? Ese es el comienzo de Conspiranoia, cuando un periodista (Eduard Farelo) convoca a sus amigos de toda la vida, una geóloga (Mia Esteve) y un escritor (David Vert) a su casa de veraneo porque su esposa (Àurea Márquez) se ha vuelto… terraplanista.

Aunque la obra se mueva indudablemente en los terrenos de la comedia, Conspiranoia se alimenta también de una sucesión de pequeños dramas personales a medida que los secretos de todo el grupo empiecen a salir a la luz. Porque la velada va a dar un giro copernicano a todas sus vidas a medida que se sepa lo que se ocultaban unos a otros, haciendo que la tensión vaya en aumento. ¿Podrá su relación resistir la verdad? ¿O es la mentira más sostenible?.

Los cuatro actores tienen que hacer malabarismos con sus conflictos internos y sus yos exteriores, los cuales van fluyendo de manera natural a lo largo de la obra. Quiénes son, qué quieren y qué se espera de ellos va cambiando a medida que avanza la función y, poco a poco, van revelando sus verdaderos colores, virtudes, vulnerabilidades y caracteres. Un poco a la manera de Zeus con Sémele, si nos mostramos completamente como somos a los demás… ¿no acabaremos por calcinarlos?

Estando los cuatro actores muy bien conjuntados como un viejo grupo de amigos con viejas rencillas y viejos buenos recuerdos, y llevando perfectamente el peso de sus evoluciones, es quizás David Vert quien acaba brillando un poco más de entre el conjunto, sin desmerecer a ninguno de sus tres compañeros.

En la parte técnica, José Novoa ha construido un sencillo pero funcional decorado que simula la sala de estar de la casa de verano, con una iluminación de Sylvia Kuchinow que permite ir evocando el paso del tiempo a lo largo de esta particular jornada. Todo es cotidiano, pero al mismo tiempo permite salvaguardar los necesarios secretos que se irán poniendo sobre la mesa escénica a medida que pase la tarde.

Crítica realizada por Marcos Muñoz

Volver


CONCURSO

  • COMENTARIOS RECIENTES