El pasado martes día 25 de septiembre de 2018, el Teatre Auditori de Sant Cugat cumplía 25 de años desde que arrancara como uno de los centros culturales más importantes del área metropolitana de Barcelona. ¿Y que mejor manera de celebrarlo que con una Gala por todo lo alto en su espaciosa sala con capacidad para más de 900 personas?
EnPlatea fue invitado y para allá nos acercamos como acompañantes, porque apoyamos la cultura y porque, sobretodo, nos alegra mucho que a pesar del tiempo y las circunstancias uno pueda seguir celebrando aniversarios de este estilo.
La gala arrancó con un vídeo histórico con los recuerdos y comentarios de las personas que han tenido y tienen algo que ver con el Teatre Auditori: Joan Aymerich, el alcalde que trabajó para que este proyecto fuera una realidad, otros alcaldes que siempre lo han apoyado, como el alcalde Recoder o la actual alcaldesa Carmela Fortuny, pero también abonados que llevan 25 años siendo parte de él, los jefes de sala o los jóvenes que ya no son el futuro, sino el presente.
A continuación Marina Romero, la presentadora del evento, hizo una pequeña introducción con datos y números de interés que tienen que ver con el Teatre Auditori, como por ejemplo que a lo largo de estos 25 años han pasado 1359 diferentes espectáculos por el escenario del teatro (si se cuentan funciones, aún más) o que la temporada arrancará con una programación especial en conmemoración de este aniversario.
Entonces, dio paso a Carmela Fortuny, quien dirigió un discurso a los presentes, pero antes cedió el lugar (fuera de guión) al anterior alcalde Aymerich quien hizo un repaso de los comienzos de la historia del teatro, incluso antes, en el 1987 cuando él ya empezó a preocuparse por encontrar una manera de que St. Cugat se convirtiera en una ciudad de referencia en lo cultural, pues en aquella época no tenía ni bibliotecas, ni cines, ni teatro. Su idea era convertirla en una ciudad auditorio; poder tener una oferta lúdica y cultural para cubrir esa parte de necesidad en la ciudad y a la vez crear un modelo de negocio en Sant Cugat. Así que, para el 25 de septiembre de 1993 se estrena Historias de Sant Cugat, un musical con un elenco de unos 200 actores, todos santcugatenses y dirigido por Dolors Vilarasau. Finalmente agradece a los anteriores directores artísticos del teatro, así como al actual Pep Tugues, por haber hecho que el teatro se haya llenado durante todos estos años.
Tomó de nuevo la palabra Doña Carmela Fortuny quien recordó que un teatro no es solo un proyecto político. En realidad, no es nada sino tiene alma. El Teatre Auditori ha demostrado tener alma: desde el estreno de Historias de Sant Cugat o Historias de un tren (para celebrar los 100 años de la llegada del tren a St. Cugat), pasando por cantatas, conciertos de música, recitales de poesía, obras de teatro de pequeño y gran formato, el Teatre Auditori ha demostrado el tipo de alma que posee. Mucha parte de que todo ello haya sido posible, es gracias al equipo que hay detrás de este proyecto a quien la alcaldesa no olvidó y a quien extendió su agradecimiento: el personal técnico y humano que contribuye con su esfuerzo y su trabajo, quienes mantienen unas excelentes instalaciones, que tratan por igual a todo tipo de público, jóvenes y mayores y que son capaces de organizar cualquier tipo de espectáculo. Pero Fortuny recordó que no todo está hecho, que siguen habiendo retos. Encontrar el equilibrio entre presentar una programación que cubra las necesidades del público local y del que viene de fuera. Y conseguir que se coopere entre los diferentes espacios culturales de la zona. Terminó sus palabras con un agradecimiento final a aquellos que apoyan económicamente al Teatre Auditori, quienes contribuyen también de forma importante a la continuidad del mismo.
Tras la intervención de la alcaldesa y una breve acción con música del ilustrador Ignasi Blanch, Marina Romero pasó a entrevistar a Eduard Jener, quien a sus 78 años acaba de publicar el libro Les mil i una nits (i algunes tardes) donde en 25 capítulos dedicados a la danza, el teatro, la orquesta sinfónica, la magia y el circo nos cuenta todos esos espectáculos que han pasado por estos 25 años de vida del Teatre Auditori de St. Cugat. Crítico de teatro, quien ha escrito en el Diari de St. Cugat, en la revista On, Sant Cugat y actualmente en el diario Ara de la misma ciudad, ha sido testigo todos estos años de esas funciones que ha vivido el teatro y ahora las comparte con nosotros. El libro también recoge, desde la perspectiva de Jener, los 25 momentos más estelares y más singulares de todos estos años. Para acabar, Marina Romero le preguntó cómo se sentía después de haber escrito el libro y los presentes pudimos disfrutar de una respuesta de alguien que, evidentemente, emana sabiduría y experiencia (y que con su permiso, me la guardo): “Después de escribir el libro soy mejor. Porque hasta lo que no me ha gustado de todo lo que he visto todos estos años, me ha aportado algo a mi interior”.
Después de la entrevista y con el tema “Un Bel di Vedremo” de Madama Butterfly cantado por Victoria de Los Ángeles de fondo, el equipo de producción había preparado un vídeo resumen de muchos de los montajes y funciones que han pasado por este escenario para dar paso a continuación a una lectura dramatizada de un texto escrito por Gerald Fannon, programador artístico del teatro. Con el título XXV: Un quart de segle al servei dels públics. Pinzellades d’un programador, fue interpretado por Marta Angelat, Jordi Bosch, Míriam Alamany, Carles Martínez, Míriam Iscla y Joan Pera.
Con esto y con la foto de familia, junto a un pastel de celebración se cerró este programa, especialmente emotivo para los santcugatenses que aman la cultura y el arte.
Todos los presentes, tras la gala y al salir al vestíbulo, tuvimos la oportunidad de probar el pastel de aniversario y recoger una copia del libro de Jener como obsequio mientras disfrutábamos una proyección de Toni Mira.
Solo nos queda felicitar desde EnPlatea al Teatre Auditori de St. Cugat y a todos su equipo técnico y humano por estos 25 años de trabajo bien hecho y desearle, no 25 años más sino toda una larga vida en beneficio de la cultura y el progreso.
Crónica realizada por Diana Limones