Cansados de tener que batirse el cobre entre la maraña de bandas, con más o menos talento, de la escena de Nueva York, Wesley Schütz y Jeremiah Fraites se dirigieron al centro del país sin mirar atrás pero sin olvidar llevar en la maleta a sus más claros referentes: Bob Dylan y el Bruce Springsteen más introspectivo, el de Nebraska.
En Denver conocieron a la violoncelista Neyla Pekarek, que se convirtió en la guinda del pastel que les faltaba y encontraron su propio sonido. Cuatro años después de su primer álbum, debut de título homónimo, nos encontramos unos LUMINEERS un tanto cambiados, diría que mejorados, en el barcelonés Festival Dels Jardins De Pedralbes.
THE LUMINEERS no son los de antes, ya no suenan tan country-folk como los miles de grupos que podemos encontrar en el panorama musical estadounidense, tanto en grandes pabellones como en bares de carretera; se han expandido, en directo se multiplican llegando a ser 6 miembros, y su música también lo ha hecho, suena más pop, sin olvidar sus raíces estilísticas, de lo que se puede llegar a denotar en sus dos discos. La fórmula del folk hay que ir retocándola y añadiéndole diferentes matices porqué caduca demasiado rápido y puede volverse repetitiva. El tiempo dirá si llegarán a ser más grandes de lo que son o si terminaran por estancarse como ya hicieron Mumford and Sons.
La noche arrancó a lo grande, no se lo pensaron dos veces y desde el vetusto y funcional escenario, coronado por cinco figuras que bien parecían la versión de fibra de vidrio y led de un órgano de iglesia, soltaron cinco de sus grandes temas, reconozcamos que tampoco tienen tantos, uno detrás del otro, sin tiempo a respirar ni a saludar: «Sleep on the floor», «Ophelia», «Flowers in your hair», «Ho hey» y «Cleopatra» pasan como una exhalación, sus versiones son más cortas, más rítmicas y más rápidas: más Pop. Es de reseñar que, al contrario de muchas otras bandas, no se guardaron su gran éxito, en este caso «Ho Hey», para el final, en una clara declaración de intenciones: todas las canciones valen la pena, todas cuestan esfuerzo y todas son importantes. Y añado yo, todas suenan diferente en un estilo donde suelen parecer variaciones de la misma canción a oídos de un espectador poco acostumbrado. Wesley sonaba muy Bruce en varios temas, incluso haciendo un uso un tanto excesivo de la rever de su micro, algo de lo que también adolece el Boss en los últimos tiempos.
THE LUMINEERS seguían con su ritmo de Dodge Charger dispuesto a arrasar con todo, incluso con sus baladas, hasta que llegó la esperada sorpresa: Wesley y Jeremiah (cuya batería calzaba un bombo con una potencia pareja al de John Bonzo Bonham en algunas canciones) se situaron a ambos lados del patio de butacas (que poco se utilizaron) y versionaron el archiconocido Subterranean Homesick Blues de Bob Dylan; sonando más Dylan que el propio Dylan, quién canta y toca en directo sus canciones como le da la real gana y hay que hacer encaje de bolillos para discernir entre una u otra, pero Él puede hacerlo, se lo ha ganado.
Tras este pequeño y potente impás continúa la ronda de temas hasta llegar al momento de los bises; 16 canciones y solo una hora después de haber empezado el concierto, una muestra de cómo iban de acelerados… y de acertados también.
Wesley habló poco, pidió que se levantara el público, habló de un amigo fallecido y poco más, pese a ello THE LUMINEERS y su música, consigue transmitirlos como artistas cercanos y hasta cierto punto simpáticos. En la ronda de bises se atrevieron con «Long Way From Home», primero Wesley solo y uniéndosele la banda al completo después, «Scotland» (canción para la serie de televisión «The Reign» que no aparece ni en The Lumineers ni en Cleopatra), «Into the light» y finalizando con «Stabborn Love», un poco más largo de lo habitual y a todo gas.
THE LUMINEERS con su country-folk de letras melancólicas y cantadas en primera persona son una banda todavía en periodo de crecimiento cuyos discos están grabados para una, o varias, escuchas a la luz de una hoguera pero cuyo directo tiene que sentirse sin butaca y moviendo los pies o el cuerpo entero si hace falta.
SETLIST:
Sleep on the floor
Ophelia
Flowers in your air
Ho hey
Cleopatra
Classy girls
Dead sea
Charlie boy
Where the skies are blue
Subtearranean homesick blues (Bob Dylan cover)
Submarine
Gun Song
Angela
Big parade
My eyes
BIS
Long way from home
Scotland
In the light
Stabborn love
Crítica realizada por Manel Sánchez
