Finaliza el año escolar, también en las academias de teatro, donde es tradición cerrar el curso con algún tipo de actuación. En la escuela Coco Comín de danza, interpretación y canto, la llegada del estío se celebra con el festival Cocovisión, que últimamente ha abandonado el formato de recital de números individuales para enfocar sus esfuerzos en una producción teatral concreta.
El musical elegido este año por el curso de canto del itinerario de Comedia Musical ha sido el jukebox de Queen WE WILL ROCK YOU, que el 22 de junio se presentó en catalán en el teatro Barts de Barcelona.
WE WILL ROCK YOU nos presenta un futuro distópico en que el mundo ha sido conquistado por una corporación homogeneizadora que impide la creatividad y el criterio: los jóvenes gagá visten iguales, escuchan lo que toca y consumen lo que les dice la dominadora Killer Queen. Contra esa tiranía se levantan, sin saber muy bien cómo, el visionario Galileo y la inconformista Scaramouche, que entrarán en contacto con la resistencia de Bohemios y buscarán los Instrumentos Legendarios para darle al mundo lo que necesita: rock’n’roll.
Se ha optado por un formato a medio camino entre la versión concierto y la actuada. La traducción de las canciones de Queen, así como la dirección de la estupenda banda de rock, corrió a cargo de Xavier Mestres, con un guión adaptado por Toni Vives en el que ha tenido que buscar alternativas locales a los montones de referencias musicales que sueña Galileo. El evento lo prepararon también los distintos profesores de canto de la academia: Josep Maria Borràs, Joan Carles Capdevila, Isabel de Llano, Muntsa Rius, Teresa de la Torre y el propio Xavi Mestres.
Los protagonistas de la noche, por supuesto, fueron los alumnos: 70 chicos y chicas reunidos en un coro del que iban emergiendo los personajes, en ocasiones desdoblados en varios artistas. Así, por ejemplo, aunque el peso interpretativo del personaje de Galileo Figaro lo llevó durante toda la noche Daniel Pérez, en varias de las canciones le sustituyeron David Alcubilla o el dinámico Javi Vélez, y llegaron a haber hasta 8 Scaramouches y 4 Killer Queens distintas.
Uno de los mejores números de toda la noche (por lo general muy animada) fue precisamente el “Don’t Stop Me Now” en que se unieron todas ellas, Ariadna Cabeza, Eva Goldberg, Mara Jiménez y Miriam Moukhles. Estas dos últimas, junto a Vélez, las Scaramouches Silvia Gallifa y Montse Santasusanaa y el Kashoggi de Jana Sánchez se llevaron los mayores aplausos del público, y son posiblemente las interpretaciones más redondas, completas y cercanas a las exigencias profesionales. Por supuesto, aparte de la del profesor Joaquín Catalán, que abrió la función encarnando al mismísimo Freddie Mercury en “Innuendo” y a una actuación final inesperada del actor Momo Cortés, experto desde hace años en las lides “Queenescas”.
Buena parte del espectáculo se centraba en los números corales: “Radio Ga Ga” o “One Vision” fueron probablemente los dos que lucieron más. Algunos de los solistas sufrieron para llevar a término sus números: Queen es difícil, en ocasiones muy difícil, y Mercury tenía una voz casi inimitable, pero no deja de ser un factor a considerar en el taller de un curso de canto. Por su parte, el despliegue de vestuarios, pelucas, proyecciones y efectos de luz subió mucho el listón estético de la producción, vistiéndolo con solvencia.
Da gusto ver que, aunque aún estén en una fase formativa, las nuevas generaciones vienen pisando fuerte, que con la dirección y los recursos adecuados son capaces de desarrollar su talento y poner a una platea en pie. Quedan aún pasos que dar, afianzar personajes y voces, y siempre seguir aprendiendo y mejorando. Pero que nadie se engañe: lo quieren todo, y lo quieren ya.
Crítica realizada por Marcos Muñoz
