El sello Yllana deja su impronta en un show redondo, con unos intérpretes excepcionales, música atemporal y grandes cantidades de buen humor, situaciones rocambolescas y un dominio absoluto de lo que tiene que ser un genial espectáculo de Cabaret.
Un cabaret de pequeño formato tiene que tener humor desbordado, personajes disparatados, pelucas, música y ese fino humor que tiene que conseguir que nos riamos sin parar pero sin ofender a nadie del público. NANO CABARET consigue todo eso y lo supera con creces. En cuestión de minutos los dos intérpretes se han metido en el bolsillo a la platea entera, y eso sin haber desplegado todo el arsenal que nos tienen preparado. Una sucesión descacharrante de situaciones y gags que van elevando espectáculo hasta hacerlo llegar a cotas de alta comedia.
La selección musical merece un comentario aparte, el viaje que nos propone NANO CABARET, recrea canciones de copla, rap, reggaetón, o clásicos del Hollywood de los años treinta y cuarenta. Todas esas canciones están interpretadas de manera magistral por Maxi Mendía y Natalia Calderón. Algunas de esas interpretaciones son simplemente antológicas, llevando al público a la carcajada imparable y al aplauso espontaneo. La recreación del conocido programa Cantares es simplemente inigualable.
Un show excelente, bien llevado y mejor interpretado. Una propuesta fantástica para pasar la noche de los viernes y dejarse llevar por la historia que nos presentan los interpretes de NANO CABARET.
Hagan un hueco en su agenda y dispónganse a pasar el mejor rato de la semana, sino del mes entero. Tómenlo en cuenta, no se arrepentirán y posiblemente quieran repetir. Yo lo haré.
Crítica realizada por Moises C. Alabau
