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30.10.2023 Críticas  
Keep it positive!

El Teatro La Latina de Madrid presenta Una rubia muy legal. El musical basado en la mítica película del 2001 protagonizada por Reese Witherspoon, llega a la capital española tras haber sido un éxito en Broadway, San Francisco o el West End. Tras su inesperada ruptura con Warner, Elle Woods, acompañada de su inseparable perro Bruiser, se matriculará en la universidad de Harvard con la intención de recuperar su soñada vida.

Tras cosechar un gran éxito de público y crítica en Broadway, recibiendo numerosos galardones internacionales como el Premio Oliver al mejor nuevo musical en el West End, Una rubia muy legal, el musical llega al Teatro La Latina de Madrid.

Un musical vibrante y con una historia inspiradora en la que se habla de superación personal, de perseguir nuestros sueños y, como no, de romper los clichés establecidos, que cuenta con letras y música de Laurence O’Keefe y Nell Benjamin y guión original de Heather Hach.

La protagonista, Elle Woods, es la presidenta de la asociación de estudiantes femeninas de Delta Nu, asidua seguidora de los dictados de las revistas de moda: glamour, manicura, shopping y complementos total pink. Es impecable y siempre está de buen humor, pero aparentemente parece frívola y poco inteligente. Su novio, Warner, descendiente de una dinastía de senadores, la abandona repentinamente porque la considera demasiado rubia y superficial. Decidida a recuperarlo, Elle usa su encanto, ingenio e inteligencia para conseguir la admisión en Harvard, misma facultad a la que va a asistir su ex. Pero la vida universitaria está llena de trampas y dificultades, Warner ha encontrado otra novia, una morena «chica buena», y sus compañeros y profesores no la aceptan tal y como es, no la respetan y no valoran sus capacidades. La frustración y algunas nuevas amistades la empujan a empezar a creer en sí misma, a reconocer sus habilidades y a dedicarse al estudio del derecho.

El guión original de Heather Hach aborda grandes y necesarios temas que rompen con los prejuicios y las discriminaciones que se sufren en la sociedad actual. Así, enseña que la personalidad no tiene por qué ser aniquilada para ser respetada en ambientes de trabajo o de estudio y, sobretodo, subraya el poder de la solidaridad y sororidad femenina y la importancia de creer en uno mismo. Las letras y música de Laurence O’Keefe y Nell Benjamin empoderan aun más este mensaje acercándolo de una forma sencilla y activa al espectador. Aunque no coincido con algunas partes de la adaptación de canciones y tampoco con escasa la dirección de actores de Matteo Gastaldo quien parece haberse enfocado más en la parte coreográfica (la cual también dirige), he de decir que el musical sigue teniendo ese espíritu positivo que lo engrandece y lo hace tan accesible al público. Una historia cercana y divertida donde todos nos podríamos ver reflejados.

En la parte actoral, aun teniendo muy presente la versión americana, he de decir que el elenco madrileño ha sabido adaptar los personajes histriónicos y exagerados que tanto disfruté, a unos personajes más cercanos a la sociedad y menos paródicos que, igualmente, hacen las delicias del espectador.

Empezando por su protagonista, la actriz argentina Lucía Ambrosini, quien nos presenta una Elle Woods subversiva, inconmensurable y perfecta para liderar una pantomima tan bien marcada. Elle no es solo texto y voz, es movimiento, saber estar… mucha de su comedia se basa en su movimiento, en sus poses… y Ambrosini borda un personaje tan ridículamente característico.

Por su parte, el cantante, actor y presentador Ricky Merino es el encargado de interpretar a Warner Huntington III, el ex novio de Elle Woods. Su Warner es lo que se demanda en el texto: un chico formal y de apariencia ciertamente elegante y portentosa pero, realmente, se comporta como un accesorio de sus parejas; en las que él basa su futuro.

Y completando el trío protagonista, encontramos a Íñigo Etayo, quien encarna a un Emmet Forrest cercano y tierno que rezuma haberse tenido que ganar todo en esta vida con su esfuerzo, pero que, a su vez, ofrece comprensión y ayuda a quien ve que la necesita. Su actuación es de las mejores de la función y empatizamos rápidamente con él desde el momento que aparece; aunque es cuando explica su vida en una canción que Etayo consigue engancharnos a su Emmet.

Junto a ellos, el reparto cuenta con Maia Contreras, quien nos presenta a una Paulette Buonofonte que nos descoloca, ya que es muy diferente a la original, pero que nos acaba ganando en sus interpretaciones finales. José Navar como Profesor Callahan nos presenta a un profesor universitario duro e influyente que no deja a títere con cabeza cuando quiere menospreciarle; Flor Lopardo que nos presenta una más que cumplidora Vivienne Kensington cuyo recorrido en el musical amamos de inicio a fin y; por último, a una Paule Mallagarai como la incansable Brooke Wyndham, un personaje magnético y cómico que aplaudimos a rabiar en los saludos finales por bordarlo y saber jugar al límite con ella.

El elenco se completa con Alba Sáiz (Serena), Paula Díaz (Margot), Stella Kablan (Pilar), Berta Butinyà (Kate/Chutney), Anna Herebia (Veronica/Enid Hoops), Pablo Ceresuela (Dewey/Kyle), Óscar Domínguez (Mr. Woods/Winthorp/Reporter), Marian Casademunt (Gaelen/Linda/Mrs. Woods/Whitney), Marta Burzzichelli (Boutique Manager/ Giudice), Davide dal Seno (Lowell), Marcos Olano (Charles), Carlos Jota (Sundeep Padamadan), Carles Vallès (Aaron), Raul Pardo (Pforzheimer), Bárbara Días (Gabby), Agustina Berenguer (Cece), David Freigenedo (Grandmaster Chad/Kiki), Andrea Enrich, Elena Troyale, Sergio Campoy y Xabi Nogales (swings); quienes realizaron un trabajo admirable.

En la parte técnica, destacar el diseño de vestuario de Verónica Iozzi y el diseño de iluminación de Valerio Tiberi y Emanuele Agliati. Por su parte, el diseño de escenografía creado por Matteo Piedi no llega a convencerme ofreciendo una escenografía basada en dos escaleras móviles y una pasarela superior apoyada de varios props que no ayuda a engrandecer el show.

Una rubia muy legal es uno de los musicales de la temporada en Madrid. Aunque, como he indicado, no estoy de acuerdo en muchas de las decisiones tomadas desde la parte de dirección, el musical irradia un mensaje con el que todos nos podemos sentir identificados y, las actuaciones de su elenco, son más que meritorias para una ovación final. Keep it positive!

Crítica realizada por Norman Marsà

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