El Teatro Lara de Madrid presenta Atrapadas en la ofi, una comedia musical que recién aterriza desde Buenos Aires de la mano de Emma De Martino y Sara Pérez, con el talento de Joselu López, Paula García Lara, Sam Gómez y Noelia Marló.
Se desata una tormenta atípica que colapsa la ciudad, las autoridades recomiendan a la población que se quede en casa poco antes de que los móviles dejen de funcionar. Una situación que de por sí podría llevar a cualquiera al borde de un ataque de nervios se vuelve en algo verdaderamente desafiante cuando es última hora del viernes y te quedas encerrado en la oficina.
Ésta es la premisa de entrada de esta comedia de enredo protagonizada por una recepcionista empoderada harta de su trabajo, un chico de los recados despreocupado y fumeta, una gerente de recursos humanos insatisfecha con la vida y un CEO mujeriego y un tanto clasista. Juntos en una situación más que incómoda que les llevará poco a poco a abrirse al resto, quitarse la careta, mostrar sus frustraciones, inseguridades y diferencias y descubrir que las personas no son más de lo que parecen. Todo ello mientras hacen un esfuerzo de trabajo en equipo para conseguir salir de la oficina sin volverse locos en el proceso.
Atrapadas en la ofi nos ofrece un texto bastante sencillo y con pocas sorpresas, pero con excelentes actuaciones y con guiños de guión que mantienen la atención del espectador, todo ello aderezado con canciones clásicas de los años ochenta que apuntan a una horquilla de edad muy concreta.
La coreografía y voces en directo son más que solventes, aunque en algunos momentos tenemos la sensación de algunos claroscuros a revisar. Los temas elegidos están traducidos al español, pero algunas de las frases se mantienen en el inglés original. Entendemos que la intención es que todos entiendan la letra y que, en las partes conocidas, el espectador tenga la opción de tararear o incluso cantar la canción en voz baja, pero en ocasiones, esto provoca cierta confusión llegado un momento. Por otro lado, en más de una ocasión alguno de los intérpretes se ajusta a la partitura, dado que los años ochenta fueron particularmente chillones y las notas más agudas de la época no están al alcance de todos, pero el guión y la interpretación del personaje se utiliza sabiamente para justificar el momento.
En la parte técnica, indicar que la puesta en escena hace un uso perfecto del espacio, usando líneas blancas sobre el suelo para delimitar lo que serían los distintos despachos de la oficina, complementados por un mobiliario escueto pero funcional que sirve de apoyo excelente para una labor coreográfica más que bien resuelta en una obra 360º.
En su conjunto, Atrapadas en la ofi es una opción excelente para disfrutar de un rato de diversión musical con notas a nostalgia ochentera.
Crítica escrita por Daniel Rivera Miguel
