La Villarroel de Barcelona presenta, dentro de la programación del Grec Festival de Barcelona, la obra Instruccions per fer-se feixista. Una obra de Michela Murgia dirigida por Miquel Gorriz, con adaptación y dramaturgia de Sergi Pompermayer y protagonizada por Mercè Arànega.
Mercè Arànega pone voz al provocativo ensayo de Michela Murgia. Un texto, que hará tambalear la seguridad en nuestro sistema democrático, lleno de ironía sobre la peligrosa propagación de los populismos en nuestras sociedades. La reencarnación de los movimientos de ultraderecha. Un monólogo que denuncia la actual ola de creciente fascismo por toda Europa y el resto del mundo.
El libro escrito por Michela Murgia, y en el que se basa la obra, se publicó en Italia en el 2018. Ahora, años más tarde, el texto llega a nuestro país para exponer unas ideas que nos suena haber escuchado en televisión y en más de un mitin teñido de verde.
Instruccions per fer-se feixista es un texto que nos viene como anillo al dedo para mostrar la situación socio-política actual de nuestro país. Un país que, tras sus elecciones municipales, ha variado su formación de gobierno en diferentes ayuntamientos y ahora, el gobierno entrante, de extrema derecha, ha decidido cancelar obras de teatro que claman libertad y unidad.
Armado en forma de monólogo a medio camino entre el espectáculo teatral y una charla de tú a tú con el público del estilo Ted Talk o de un espectáculo de stand up comedy, Instruccions per fer-se feixista plantea una mirada ácida y directa sobre la realidad política y social y sobre el auge, cada vez más evidente, de la tendencia a la derecha de los gobiernos mundiales. Y, porqué no, ya que estamos, mirarnos un poco más el ombligo con una buena dosis de «revisión de nuestro propio fascismo».
El formato que se presenta en La Villarroel es ágil, divertido y sorprendente. Un gran acierto por parte de Pompermayer de trasladar estas ideas en el estilo cercano y familiar que se nos muestra. Por su parte, Miquel Gorriz aplica un ritmo escénico a caballo entre la charla y la clase magistral que hace que el monólogo no decaiga con interesantes usos de la pantalla para situar al público en las ideas principales.
Y es que, el gran acierto de la obra es como la autora expone y presenta el fascismo como un método, con sus normas y estrategias y que, por tanto, puede ser diseccionado, analizado y entendido para poder combatirlo y desarticularlo. Una comedia que disfrutamos pero con un trasfondo social que comparamos y que nos asusta.
Mercè Arànega se siente muy cómoda en el formato monólogo y vemos que lo disfruta. Un formato que le ofrece jugar y molestar al público para reírse del discurso de la extrema derecha. Aquí, la actriz, se interpreta a sí misma. En este monólogo no hay una distancia entre persona y personaje, dado que es Mercè quien pone voz y habla por ella. Haciendo uso de su naturalidad y sinceridad dejar ir algunas barbaridades con las que nos reímos pero que, una vez las pensamos de nuevo, nos sentimos culpables por haberlo hecho. ¡Ahí está el juego de la obra! ¡Ahí!, y en el test que cada uno hace antes de empezar la función que dirá mucho de nosotros como persona. Tras rellenarlo, puede que más de uno/a deba empezar a dejarse bigote. Ai, si Franco levantara la cabeza…
Crítica realizada por Norman Marsà