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14.07.2023 Críticas  
Reírse de la vida y reírse de la muerte

Las luces de platea se apagan y todas las butacas quedan enmudecidas, listas para que el telón se abra. El Teatre Goya de Barcelona está prácticamente lleno, a pesar de que ya hace más de medio mes que se estrenó, dentro de la programación del Grec Festival, la comedia Quant temps em queda?, que estará en cartelera hasta el 6 de agosto.

Marta Buchaca, autora y directora de esta obra, cuenta la historia de Pere, interpretado por Lluís Villanueva, que sabe que le quedan pocos días de vida. Su mujer, una científica interpretada por Marta Bayarri, es la que ha hecho este descubrimiento, pero ambos llevan lidiando con la noticia y la situación desde hace ya años. Sin embargo, la hora de la muerte se acerca, y Pere tiene una larga lista de “cosas por hacer antes de morir”. Cosas de lo más variopintas y disparatadas. Cosas que debe hacer ahora o nunca.

El público asistirá a los últimos días de Pere, a sus dudas, su forma de encarar las relaciones y su plan post-mortem. En la obra, juegan un papel importantísimo el mejor amigo de Pere y su cuñada, interpretados por Xavi Ricart y Betsy Túrnez, quienes recibirán la noticia de sopetón y deberán hacerle frente. La obra avanza como si de una sitcom se tratara. Pasan los días –en una transición muy bien propuesta, gracias a la iluminación creada por Ganecha Gil– y cada día es como un nuevo episodio de la telecomedia. Las risas del público se intercalan con las interpretaciones y los artistas a ratos deben dejar más espacio entre sus palabras para que la risa tenga una mejor cabida.

Quant temps em queda? no es un drama, aunque hable de la muerte de la forma más literal posible. Esta obra es una comedia que expone una situación tan real que asusta, pero que lo hace con un humor que encandila fácilmente al público.

Lluís Villanueva, Betsy Túrnez, Marta Bayarri y Xavi Ricart llevan ya años pisando escenarios y esto se nota. Actúan con una naturalidad y una gestualidad que consigue que el público se mantenga atento desde el primer minuto hasta el último. El personaje interpretado por Betsy es, sin duda, el que requiere una actuación más extravagante y juega con estereotipos y exageraciones tanto de guión como gestuales. Pero Betsy es la actriz perfecta para este papel y aunque podríamos considerar que su personaje está al límite de ser demasiado exagerado, ella consigue que el público lo quiera.

Por último, me gustaría destacar también que la obra presenta un guión muy bien estructurado, con juegos de palabras y dinamismo, y a su vez una alta gestualidad interpretativa que sabe cómo provocar las risas en el patio de butacas. Quant temps em queda? es, sin duda, un plan cultural fresco ideal para este verano.

Crítica realizada por Maria Sanmartí

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