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20.02.2023 Críticas  
Un grito de esperanza

El Teatre del Raval de Barcelona presenta en escena Tránsitos. Una obra que tiene como objetivo que diferentes personas que viven la experiencia trans de forma diversa tengan un espacio de representación en el hecho simbólico.

Como se cita en el mismo espectáculo: «Vivir es pasar de unas circunstancias a otras y todo lo que hacemos para adaptarnos a ellas». Una maestra de ceremonias siempre presente (interpretada por el coautor y director de la obra, David Teixidó) acompañará al público en los tránsitos de los cinco miembros de una familia poco convencional. La madre, Delfina Martínez, descubrirá que las trabas negras también sufren cáncer de mama. Su hijo, David «Vidda» Priego, alcanzará el éxito profesional convirtiéndose en la «cuota trans» de un partido de izquierdas radical. La hermana de David, Nicole Avventurato, aprenderá a amar y hacerse respetar. La abuela, una drag queen demasiado vieja para las fiestas de moda, interpretada por la histórica dragqueen barcelonesa, Sergio Satanassa, se sentirá como una jubilada a los 54 años; y el miembro más reciente de la familia, Agustín Daulte, conseguirá lo que quería al migrar a Barcelona: entrar en el mundo marica.

Tránsitos quiere hablar de vida, y por lo tanto, de transitar de unas circunstancias a otras, de atreverse a cambiar si uno lo desea. Un elenco con un actor no binario, dos personas trans, dos dragqueens y un joven marica nos narrarán tránsitos de la vida tales como enamorarse, el cáncer, la migración, la vejez y el éxito.

Si bien es cierto que este espectáculo no saciará la curiosidad cis hacia las personas trans, lo que sí que hará será presentarlas como protagonistas de historias humanas que poco tienen a ver con su identidad de género. Historias que tienen que ver mucho contigo, hombre o mujer cis, pero que visto desde la butaca, observamos como la sociedad aun impone su machismo imperialista y sus recias reglas de genero creando trabas a personas que deberían ser más reconocidas y respectadas.

A menudo, las personas trans o disidentes solo son llamadas a hablar como objeto de estudio de sus identidades, como si su existencia solo se construyese desde la curiosidad cis hacia su deconstrucción de género. Pero… ¿te has parado a pensar qué ocurre en una entrevista de trabajo cuando eres trans pero aun no te han aceptado el cambio de DNI? ¿Has pensado cómo se sienten cuando tienen que acudir al médico? ¿Las situaciones de pobreza, discriminación o violencia que soportan de forma continuada por parte de una sociedad que las discrimina por el hecho de ser diferentes?

Un espectáculo que presenta dos capas de realidad. Una al más puro estilo del Paral·lel barcelonés, conducido por la Maestra de Ceremonias, donde audiencia y artistas se encuentran sin complejos ni normas. Un lugar seguro donde presentarse en sociedad, darse a conocer y, sobretodo, hablar. Hablar de lo que necesitamos. De las personas, de las vidas, de lo que la sociedad percibe y de cómo nos recibe. La otra capa son cinco ficciones donde la audiencia se convierte en espectador de cinco tránsitos distintos. Tránsitos que no convergen en la acepción del transito sexual, si no que hablan de tránsitos en los que cualquiera de nosotros podría sentirse identificado y que, como no, le ocurren también a los personajes que vemos en escena. Dos capas se contaminan y se convierten en una, para terminar en un encuentro real entre público y elenco y crear así una red que no nos de respuestas, sino apoyos.

Tránsitos es una obra rompedora, mezclando las realidades de los interpretes con historias que convergen en una sola palabra: Tolerancia. Porque nadie puede decirte cómo vivir, nadie puede decirte cómo ser, nadie puede meterse en tu piel y vivir tu vida.

La autoría de David Teixidó y Mariana Percovich es simplemente cruda y directa. Aquí hablamos sin pelos en la lengua. Dejando las cosas bien claras desde sus inicios y celebrando que elles mismes son y pueden ser lo que quieran ser. Un texto sin fisuras que une la personalidad real de todes con historias verídicas y otras ideadas para la ocasión que confluyen de una manera tan perfecta que no somos capaces de distinguirlas (aunque en ningún momento sea necesario).

Tránsitos es una obra que necesita vivirse. Un grito liberador que valida y convierte en realidad lo que quizás era una ilusión. Cómo transformar el dolor de una familia en un grito de esperanza que pueda ser escuchado por una población que tiende a mirar hacia otro lado.

Crítica realizada por Norman Marsà

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