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21.04.2022 Críticas  
Popcorn barroco

Un acto sacro tiene lugar en el Teatro de la Abadía de Madrid. Extinción, una producción conjunta del Teatro Real y El Teatro de la Abadía, en la que la compañía de teatro Agrupación Señor Serrano conjuga barrroco, audiovisuales, historia, humor y muchas palomitas.

Acercarse a un montaje de la Agrupación Señor Serrano es acercarse a un universo de imágenes y paisajes oníricos. Un lujo ver la creación en directo de esas creaciones que a través del objetivo de la cámara componen retablos inolvidables. Si a eso le sumamos las composiciones barrocas de Juan Cerreols (1616-1680) interpretadas por el Ensemble Nereydas entonces el conjunto llega a fases hipnóticas.

Es difícil sintetizar el argumento de Extinción. Una serie de cuadros, retablos, viñetas incluso. Puestas por separado en el contexto de las conquistas del imperio español allende los mares, bajo el mandato de Felipe IV, algunas de las imágenes tienen un realismo incontestable y fácil de enmarcar, especialmente en el primer acto, durante la “Missa pro defunctis”. A medida que avanza el relato, los simbolismos son menos evidentes y ahí cada uno puede sacar su conclusión. Hasta llegar a una segunda parte donde la “Missa de batalla” termina en una lluvia de palomitas de maíz.

Si algo es indiscutible es la belleza de las composiciones barrocas del maestro Cerrols. El Ensemble Nereydas hace las delicias de cualquier aficionado a este estilo musical. Unido al virtuosismo del Coro del Teatro Real, entonces la velada, solo con esos dos ingredientes es más que reconfortante. Suena en la Abadía con una nitidez y cercanía envidiables. Sumemos a esta creación el revelador trabajo de creación de la Agrupación Señor Serrano. El resultado es a la par inquietante y conmovedor.

El trabajo de Marcel Borràs y Carlota Grau ejecutando milimétricamente coreografías y componiendo secuencias y cuadros que permiten que Àlex Serrano encuadre, con las distintas cámaras, las imágenes que se proyectan sobre el gran lienzo que preside el escenario. Un trabajo que parece sencillo y que ejecutan con precisión quirúrgica, pero que encierra gran dificultad y en el que no puede dejarse de lado el inmenso trabajo que hay detrás de cada movimiento. Eso es lo cautivador de todo el montaje. Ese fino hilo que une la música, el relato, las metáforas, el movimiento, las proyecciones. Parecería que son imposibles de aunarse, pero la magia ocurre y se conforman momentos visuales de belleza perdurable. Un disfrute para todos los sentidos, al que acercarse con mente despejada para dejarse inundar por el fuego fatuo de la Extinción.

Crítica realizada por Moisés C. Alabau.

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