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09.06.2021 Críticas  
La Hudson revienta el Poliorama

Samantha Hudson pisa con fuerza el escenario del Teatre Poliorama de Barcelona para presentar 3 únicas funciones de Eutanasia Deluxe. La artista, cantante, celebridad de internet y activista del colectivo LGBTI+ llega a la ciudad condal con todas las entradas agotadas en sus 2 primera funciones.

Nacida en Palma de Mallorca en 1999, Iván González, conocida por el nombre artístico de Samantha Hudson, es una artista multidisciplinar y actriz LGTBI+ que se dio a conocer en 2015 al viralizarse en YouTube el videoclip Maricón. La pieza creó una gran polémica social, religiosa y política que la llevó hasta a ser excomulgada por el obispo de Palma. Un gran inicio que se las prometía bien fuertes.

En 2017, tras terminar sus estudios, se mudó a Barcelona con el objetivo de vivir de la música. Un año después se trasladó a Madrid, donde comenzó a desarrollar performances y audiciones en las que mezcla el electrotrash con la electrónica y el pop. Bases a las que une una serie de letras provocativas y mucho descaro.

Entre todos los temas que ha presentado, destacan los famosos Burguesa Arruinada, Super Preñada o Dulce y Bautizada, el cual ha superado las 210.000 visitas en YouTube. Debido a su éxito, Samantha ha fichado por la discográfica Subterfuge Records, sello de autores como Fangoria, Anni B Sweet o La La Love You.

En 2020 y como abanderada del movimiento LGTBI+, Samantha Hudson participó en la campaña #ProtégeteDelOdio por la concienciación de la igualdad sexual junto con otras figuras públicas como Carla Antonelli o Eduardo Rubiño. Además, es una de las mayores influencers queer españolas rompiendo moldes en Instagram y Twitter. Por último, por si no teníamos suficiente, en 2018 se le realizó un documental biográfico titulado Samantha Hudson, una historia de fe, sexo y electroqueer.

Su nuevo espectáculo, Eutanasia Deluxe, se describe como la representación en vivo de un suicidio asistido: el suicidio de la misma Samantha Hudson, que acaba exhausta y muerta tras cada show. Una muerte de la que irremediablemente todos y todas somos partícipes. Un show lleno de carisma y desparpajo que cuenta con una banda sonora formada por todas sus canciones y muchas sorpresas al mas puro estilo Hudson.

El hilo conductor del espectáculo es una pista musical que no se detiene, producida por Adrià Arbona, que a todo bombo y techno, sobretodo techno, va presentando todo el repertorio de Samantha y otorga a la función un ritmo trepidante. Podemos decir que Eutanasia Deluxe es la miscelánea definitiva de todas las artes que envuelven a Samantha Hudson.

En estos momentos post-pre-oladelapandemia, la Hudson nos presenta un espectáculo irreverente y absolutamente necesario para sus seguidores y los que quieran disfrutarla por primera vez. Si no la conoces (es raro que no hayas oído hablar de la Diosa; ¡cállate!) que se presenta en escena como una pseudo-barbie, amante del techno y algo despistadilla e ingenua. Ella lo ha petado en las redes, en los Premios Feroz y en todo lugar habido y por haber por el que sus taconazos decidan pisar con garbo y esa sobrada seguridad. Su desparpajo, su locura ravera, su prosa deslenguada e, incluso, esos chistes malos que recordarás tras la función (¡Dios, danos más!), te dejarán con la boca abierta en cuanto su hipnótico show de comienzo.

Divertida, provocadora y maricona hasta los topes, Samantha Hudson te hará vibrar en tu asiento como hace tiempo que no lo hacías. Su show es como volver a salir de fiesta en un after. La decadencia y el brilli-brilli se dan la mano para no soltarse en unos fantásticos 65 minutos en los que solo puedes esperar sorpresas, gritos, música que te rebota en el oído y un amor ansiado e incomprendido. Sus monólogos mezclados con sus éxitos musicales hacen que el espectáculo sea tan redondo que no puedes dejar de reír y disfrutar.

Por último, hay que hablar del montaje escénico. Como si nos encontráramos en su caótica habitación de la cual cualquier gilipollas puede salir de un armario, Hudson nos atrae a su mundo particular en el que se cambia de vestuario a casi cada canción. Un vestuario tan particular como ella que explicita y ejemplifica lo que sus show profesa: Diversión, mamarracheo y locura sin control.

Tras la función, no sabemos si la Eutanasia la necesitaba el cuerpo de Hudson o el nuestro pero, bienvenida sea si es así.

Crítica realizada por Norman Marsà

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