Se presenta la programación de una edición inédita en la historia del Festival de Teatro Clásico de Cáceres, ya que cambia su habitual mes de junio por el de septiembre debido a la epidemia del coronavirus, la muestra escénica mantiene intacta, sin embargo, toda su potencia teatral. Quince espectáculos se presentarán en seis escenarios del 9 al 20 de septiembre.
Nombres como Shakespeare (con cuatro obras), Tirso de Molina, la presencia de obras fundamentales del teatro prebarroco o creaciones propias que recrean los modos teatrales clásicos componen el mejor mosaico posible de la actualidad escénica en España. Asuntos como el feminismo, la España vacía, la corrupción o las fake news sobresalen en varios de los montajes, lo que muestra la actualidad de sus textos, que vendrán de la mano de algunas de las compañías más importante del panorama español como Ron Lalá, Compañía Nacional de Teatro Clásico, Nao d’amores o El Pavón Teatro Kamikaze.
Para la mayoría de las funciones teatrales, el festival dedica un único escenario al aire libre, la plaza de las Veletas; aunque el comienzo del festival será también al aire libre, en la plaza de Santa María. Los otros escenarios son el Gran Teatro, la concatedral de Santa María, la iglesia de la Preciosa Sangre y el patio de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán El Bueno, en el palacio de los Golfines de Abajo.
El estreno de El carro de los cómicos de la legua en la plaza de Santa María el miércoles 9 de septiembre abrirá doce días ininterrumpidos de actividad. El último montaje de la compañía extremeña De Amarillo Producciones recupera aquella imagen remota de los actores recorriendo pueblos en un carro que se abría como escenario de sus funciones. El dramaturgo Miguel Murillo se encarga de cohesionar un texto que acopia entremeses, pasos, romances y canciones de Calderón, Cervantes, Quiñones y autores anónimos.
La presencia de William Shakespeare como autor destaca en la edición de este año, que presenta cuatro obras del dramaturgo inglés. Dos de ellas están producidas en Extremadura: Tito Andrónico (10 de septiembre), que pone en escena Teatro del Noctámbulo, con José Vicente Moirón en el papel de rey tiránico y violento y Hamlet (14 de septiembre, estreno), trabajo de fin de curso de interpretación de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura, con la particularidad de que el personaje de príncipe atormentado lo interpreta una mujer.
El actor Israel Elejalde, que ya deslumbró hace cuatro años en el festival cacereño con Hamlet, vuelve a asumir otro de los personajes señeros del teatro universal en el montaje de Ricardo III, que produce El Pavón Teatro Kamikaze (19 de septiembre). El festival concluirá con otra de las piezas memorables del bardo inglés: Romeo y Julieta (20 de septiembre) en una versión del Teatro Clásico de Sevilla ambientada en la década de los años 30 del pasado siglo.
La visión de la sociedad renacentista la proyectan tres espectáculos arraigados en la tradición española. Su concepción contemporánea resulta patente en el planteamiento, por ejemplo, de Celestina, la tragi-clown-media (16 de septiembre), el montaje extremeño de Javier Uriarte que cede en el texto a cambio de utilizar las técnicas del circo, la danza y el teatro gestual.
El rigor en la investigación del teatro prebarroco que lleva a cabo Nao d’amores se plasma en Nise, la tragedia de Inés de Castro (11 de septiembre), una fusión de dos obras de Jerónimo Bermúdez sobre la leyenda y la historia de la amante ajusticiada del heredero de la corona portuguesa Pedro de Portugal.
Esta trilogía festivalera sobre el teatro renacentista la completa otra de las piezas canónicas de la literatura española: Libro de Buen Amor (15 de septiembre), que la extremeña Teatro Guirigai concibe como una exaltación del placer de vivir.
Los dos espectáculos musicales también miran al pasado buscando asociaciones propias que enriquezcan la escucha. Así, en el concierto La isla de los sonidos (11 de septiembre) la Banda Provincial de la Diputación de Cáceres selecciona composiciones escritas para acompañar la representación de obras teatrales, como Egmont, cuya música compuso Beethoven, o La arlesiana de Alphonse Daudet, que concibió Bizet. En España y América: Del fascistol a la plaza (18 de septiembre) Cámara Antiqua trasladará a los oyentes a músicas de Europa y América interpretadas en los siglos XV y XVII en templos y calles.
Una de las aportaciones más sugerentes del festival es la manera en que se da la vuelta a la tradición clásica con una escritura contemporánea. Es lo que Álvaro Tato y Yayo Cáceres hicieron en su anterior montaje Muchas hieren y una mata (también visto en Cáceres) y lo que parcialmente vuelven a hacer ahora, ya con su compañía, Ron Lalá y la Compañía Nacional de Teatro Clásico, en Andanzas y entremeses de Juan Rana: reconstruyen la vida de uno de los actores más famosos del Siglo de Oro español y lo hacen pasear por fragmentos de obras en las que dramaturgos como Calderón o Moreto lo incluyeron como personaje.
Del mismo modo, Alfredo Sanzol se ha inmerso en el legado clásico para escribir una obra contemporánea. En su caso, fue en busca de Shakespeare y durante un año leyó y releyó sus comedias para que le infundieran inspiración, que ha volcado en La ternura (12 de septiembre), una comedia que sigue a La tempestad o Sueño de una noche de verano.
Y ya plenamente contemporánea es Don Quijote somos todos (18 de septiembre), escrita por José Luis Esteban para la compañía zaragozana Teatro del Temple. Ambientada en el pueblo donde nació Alonso Quijano, sus habitantes tienen conciencia de vivir en eso que se ha dado en llamar la España vacía, y quieren remediar este vacío recurriendo a la tenacidad y aventuras del personaje más famoso de la localidad.
La programación de La Escena Clásica la completan la reivindicación feminista que hace la directora Vanessa Martínez de Marta la piadosa (17 de septiembre), una comedia de Tirso de Molina sobre dos hermanas enamoradas del mismo hombre y el espectáculo infantil de títeres Los caballeros de Pez (domingo 13 de septiembre).
En Las piezas clásicas, actividad paralela, el festival cuenta con Maltravieso Teatro, de Cáceres, que representa Cómicos Bubónicos (10 y 17 de septiembre), donde confluyen algunas de las escenas más aplaudidas del teatro del siglo XVII europeo (incluido el español del Siglo de Oro). Y en La noche golfa, la sesión de medianoche para adultos, otro estreno. El actor y director extremeño Francis Lucas inventa a Agustín de Almorchón y Metacarpio, el peor escritor del Siglo de Oro (12 de septiembre), en el que este personaje se lanza un monólogo para denunciar la “mafia” que existía entre los escritores famosos de la época, como Lope de Vega, Cervantes, Quevedo o Calderón.
La 31 edición del Festival de Teatro Clásico de Cáceres cumplirá todas las normativas sanitarias tanto para público como para los trabajadores. Asimismo, se aplicará la guía de buenas prácticas que ha elaborado el Ministerio de Cultura en relación al reinicio de la actividad escénica y musical en España y todas las medidas y protocolos que marquen las autoridades sanitarias.
Más información y venta de entradas en la página web del Festival de Teatro Clásico de Cáceres.