Karim llega a los Teatros Luchana de Madrid con Karim kamino de risas, un monólogo cómico sobre las aventuras de un Camino de Santiago muy particular aderezado con juegos de magia sorprendentes.
Desde su inesperada entrada por el patio de butacas, el artista llama a los espectadores a participar del espectáculo e incluso les invita a salir al escenario como colaboradores, cómplices, ayudantes o testigos. Se suceden reacciones imprevisibles, situaciones impredecibles y lazos inesperados entre los presentes, lo que agudiza la improvisación del intérprete y mago y contribuye al humor y a la creación de una atmósfera familiar y relajada.
El monólogo, ya lo recalca en escena el propio Karim, busca que los asistentes se vean retratados o se identifiquen con historias cotidianas o comunes, ambientadas, sobre todo, en las diferentes etapas de la vida y las experiencias y desencuentros durante los viajes y en otros lugares del mundo. Y es que, durante su Camino de Santiago, el mago pasará por varios países europeos y también por República Dominica, donde se enfrentará a su odio a la bachata. ¿Llegará finalmente a Santiago de Compostela?
Karim se entrega al espectáculo con la ayuda de un mapa-pizarra, una presentación PowerPoint, algún que otro artefacto ridículo o extravagante y una mesa. Algún que otro chiste u ocurrencia fácil o picante gustará a unos más que a otros, pero, en general, el mago mantiene su presencia con fuerza, presentando un espectáculo coherente y provocando risas constantes entre el público.
En mi opinión, los trucos de magia aportan la verdadera chispa al show. Karim brilla y se crece como mago y termina por ganarse al público, dejando boquiabiertos a los más escépticos o incrédulos: lee mentes, juega con las cartas, hace aparecer y desaparecer monedas, y todo ello sin perder una pizca de humor.
Karim kamino de risas es un monólogo entretenido, una oportunidad para creer en la magia y para desarrollar vínculos con desconocidos, al menos durante el tiempo reducido que dura el espectáculo. Se trata de una historia a modo de cuaderno de viajes, que cae en los estereotipos del monólogo cómico y en el uso de los rellenos a partir de temas de actualidad y letras de canciones latinas de moda. Aún así, termina por resultar un espectáculo muy personal, que Karim sella y defiende con soltura, demostrando su maestría como mago.
Crítica realizada por Susana Inés Pérez