El humorista Goyo Jiménez trae el espectáculo Más difícil todavía a los Cines Callao de Madrid. En él, busca hacer una crítica a la sociedad actual ofreciendo al público las claves necesarias para triunfar en el complicado mundo en el que vivimos.
Comienza el espectáculo hablando de su larga andadura artística y de la dificultad de seguir sorprendiendo a los espectadores después de tanto tiempo. Y la verdad es que lo consigue. Se supera a sí mismo una vez más y nos demuestra por qué está considerado uno de los mejores monologuistas de nuestro país.
Durante las casi dos horas de duración combina humor con reflexión, nos muestra un texto inteligente que no sólo agrada a aquellos que asistan para desconectar de un posible mal día –responsabilidad a la que hace referencia el humorista- sino que agrada también a los que somos más exigentes y no nos conformamos con poco.
Me fascina la naturalidad con la que está sobre el escenario y cómo es capaz de mezclar humor e inteligencia, introduciendo en su monólogo mensajes que no dejan indiferente a nadie, sobre el feminismo, el abandono animal, la desigualdad social, etc… Ahí reside la gran diferencia con otros humoristas: no deja de provocar carcajadas que harán que te retuerzas en la butaca pero al mismo tiempo logra que medites sobre lo que acabas de escuchar. No he dejado de plantearme constantemente durante toda la función “de qué me estoy riendo”.
La escenografía de Más difícil todavía se resume a un escenario negro con una pantalla gigante sobre la que se proyectarán algunos vídeos que acompañan al discurso humorístico y elementos propios del circo – escalera, red, trapecio, pelota gigante…- tampoco hace falta más sobre las tablas ni una gran iluminación, puesto que Goyo Jiménez consigue llenar todo el escenario con su cuidado texto y con su magnífica voz de la que hace un uso excelente imitando o recreando situaciones.
En definitiva, Más difícil todavía es un espectáculo para quitarse el sombrero, una vez más, frente a este humorista que nos provoca dolor abdominal de tanto reír. Y por si fuera poco, al final del show puedes hacerte fotos con él.
Crítica realizada por Patricia Moreno
