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29.12.2016 Críticas  
Una aproximación distinta al universo De Filippo

El Teatre Akadèmia se marca un tanto programando tres obras breves de Eduardo de Filippo. SIK SIK Y OTROS es a la vez homenaje a un autor y a una manera de entender y vivir (d)el teatro. De la condición ambulante de los cómicos del siglo pasado a su valía como máximos representantes de la puesta en escena que supone la vida cotidiana de la gente corriente.

De Filippo es un autor muy estimado en la ciudad condal. Sus obras se han representado en instituciones referenciales como el Teatre Lliure, el TNC o la Biblioteca de Catalunya, siempre con el beneplácito del público. Para su puesta en el Akadèmia sorprende, en primer lugar, su representación en lengua castellana. Este detalle, así como el particular estilo de la traducción de Ana Isabel Fernández Valbuena, rompe con cualquier idea preconcebida con la que nos podemos acercar a la sala. El napolitano, por su sonoridad, es mucho más similar al catalán. Esta característica ilusiona a los dramaturgos autóctonos, que se esfuerzan en evidenciar los nexos de unión entre ambas culturas.

En este caso, el registro idiomático empleado nos hace disfrutar del material de fuera hacia dentro. No recibiremos la función a partir de las similitudes y coyunturas habituales. La dirección de Guido Torlonia invierte los polos en la aproximación. Su preocupación se centra más en ver qué tiene que decir el teatro de Eduardo a nuestra tradición de cómicos, no tanto por asimilación sino por contraste. Durante el desarrollo de la función no solo nos impregnaremos de los usos y costumbres originales, sino que viviremos en paralelo un desglose de una tradición teatral mucho más cercana de lo que lo solemos aceptar. No quedan demasiado lejos Carmela y Paulino de Sanchis Sinisterra.

Cuatro actores configuran el reparto, desdoblándose en los personajes de los tres sketches. Torlonia realiza aquí una gran labor, aprovechando todo lo aprendido por el trío protagonista en sus anteriores trabajos para crear algo nuevo. Tanto Pep Molina como Xavier Capdet están espléndidos en su tres intervenciones. La decisión de incluir a Marta Olivella, regidora de la sala, en la función y la utilización de Javier López como narrador que hilará y conducirá la pieza nos acerca de nuevo al teatro ambulante y familiar que el autor quería homenajear. Annabel Totusaus cierra un reparto en estado de gracia. Tanto en “Amistad”, como en “Peligrosamente” y “Sik Sik” los registros nunca se repetirán. Sirviéndose los unos de los otros (muy buena la decisión de ordenar la presentación de los textos de este modo), la actriz consigue junto a Molina mostrar la pátina de amargura que se esconde tras la aparente farsa, especialmente en la última pieza.

El trabajo vocal resulta muy conseguido pero el gestual es excepcional. El drama del arquetipo de los personajes representados trasciende gracias a la interpretación de todos los implicados, que además ejecutan los trucos de ilusionismo mostrando justo lo que se debe en cada momento, siempre en su justa medida y muy bien asesorados por Pau y Josep Mª Martínez. En este terreno resultan de gran ayuda tanto la caracterización de Núria Llunell como el vestuario de Glòria Viguer, adecuadísimo tanto a nivel narrativo como estético y capaz de evocar tanto una época como un estatus social muy determinado.

El espectáculo no sería el mismo sin la escenografía de Jordi Bulbena, capaz de incluir un escenario dentro del propio espacio de la sala. Teatro para mostrar la vida. La vida que se escapa a través del Teatro. Los telones pintados son evocadores sin renunciar a la asertividad necesaria teniendo en cuenta tanto la amplitud alegórica del texto como las dimensiones escénicas del recinto. La utilería (también de Olivella) y la iluminación de Alberto Rodríguez se convierten en cómplices de excepción para que la propuesta llegue de manera tan particular como fiel al espíritu del autor.

Finalmente, SIK SIK Y OTROS sigue en la línea habitual de la sala de programar grandes autores en montajes cuyo formato no entiende de dimensiones físicas del espacio en cuanto a tamaño se refiere. En este caso, el trabajo que el director ha realizado con el texto y con los intérpretes, así como la comunión con el resto de disciplinas artísticas que forman parte de la puesta en escena favorecen un resultado que merece un capítulo propio de la particular idilio entre el autor y la ciudad de Barcelona.

Crítica realizada por Fernando Solla

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