El musical PETIT PRÍNCEP está siendo el bombazo de la temporada Barcelonesa. Un espectáculo mágico que no hay que perderse y que cuelga el cartel de Sold Out casi en cada función. Hemos hablado con su director, productor, y también actor, Àngel Llàcer quién nos ha explicado cómo surgió la idea de llevar este clásico de la literatura infantil a los escenarios.
¿Qué es para ti el PETIT PRÍNCEP?
Pues te lo puedo resumir en una frase: es un musical emotivo.
¿Un musical emotivo?
Sí, emotivo. El PETIT PRÍNCEP es un espectáculo que te permite compartir una emoción con toda una familia. A mi parecer, es un musical destinado y dirigido a toda la gente; pero no eso que dicen de “para todos los públicos”, esa frase no me gusta. Nosotros lo hacemos de una forma muy personal.
¿A qué te refieres con personal?
Me gusta que tras acabar la función, luego venga alguien y me diga, me ha gustado mucho. Tenga la edad que tenga. Yo no hago un espectáculo para el público, lo hago para una persona. Yo lo que quiero es que le guste a esa persona.
¿Cómo surge la idea de llevar este clásico de la literatura infantil al teatro?
Pues de los dueños de los derechos. Ellos se pusieron en contacto con Manu Guix y conmigo y nos preguntaron si nos gustaría poder hacer el musical. Sabían que habíamos hecho el musical de “Gerónimo Stilton” y que tuvo mucho éxito, y entonces nos dijeron que porqué no lo hacíamos. Tras hablarlo con Manu, decidimos meternos en este proyecto siendo incluso productores.
Pero no estáis solos en el proyecto.
No. Tras pensar cómo podríamos hacerlo, decidimos hablar con la productora La Perla 29, con la que anteriormente hicimos “Madamme Melville”. Su manera de trabajar es excelente y como PETIT PRÍNCEP es algo tan bonito y que debe ser tan cuidado; decidimos que no podíamos ir de la mano de cualquiera. Queríamos hacer algo único.
¿Algo que fuera original?
Sí, exacto. Al fin y al cabo, esto es un negocio y un espectáculo con el que te debes ganar la vida. Pero siempre pienso que la vida te la ganas paralelamente a lo que te gusta hacer.
En este negocio es difícil combinar el crear negocio con la originalidad.
Cuando estudiaba en ESADE nos enseñaban que todo en la vida era crear negocio y hacer dinero. Al verlo, decidí abandonar la escuela.
Años después, cuando me he ido encontrando a mis antiguos compañeros de clase, con los que mantuve relación tras dirigir durante cinco años el grupo de teatro de la escuela, me dicen que no entienden como yo, que marché de la escuela, fui el que hice más dinero de todos. Fíjate que paradoja, ellos que se dedican a hacer dinero, y yo que me fui, puede que haya ganado más que algunos que se dedican a hacerlos.
Bueno… no mentiremos, posiblemente sea así.
Sí, pero ves. Puede que el objetivo no sea ese, que deba ser otro. No todo debe ajustarse a los negocios. Yo tengo otros objetivos en la vida.
Divertir.
Sí, y emocionar. Ahora sobretodo emocionar. Cuando más grande me hago, menos ganas tengo de divertir y más ganas tengo de emocionar. Con el tiempo, tu perspectiva cambia y eso me gusta.
¿Cómo surge la idea de hacer PETIT PRÍNCEP en el Barts?
Esto fue porque mirando que teatros teníamos disponibles a priori me pareció interesante. La gente me decía: ¿en el Barts? Y yo contestaba; sí, el Barts es perfecto. Es recogido y moderno; y a mi me gusta mucho.
Y queda muy bien para la obra.
Sí, aquí no se hacen muchas obras. Pensé que hacer el PETIT PRÍNCEP en un lugar diferente, donde se hacen conciertos y otro tipo de espectáculos, sería perfecto para el musical.
El PETIT PRÍNCEP realiza funciones en fin de semana pasando de los clásicos dobletes a tripletes. Un gran esfuerzo para los actores.
Sí, lo hacemos porque entre semana es imposible; los niños van a la escuela. Hacemos una función el viernes, tres funciones el sábado y tres el domingo. Los fines de semana es cuando las familias salen a hacer cosas. Somos como un cine, primera, segunda y tercera sesión.
Hablando de Àngel Llàcer. Estamos acostumbrados a verte en televisión haciendo de profesor y dirigiendo algún que otro espectáculo como es el caso de “Priscilla, Reina del Desierto” en Madrid. Ahora vuelves a los escenarios como actor. ¿Vuelves a tus orígenes?
Pues mira, surgió la idea de actuar y pensé: Ya que soy productor y director, ¿porqué no ser actor y explicarlo?
Y te convertiste en el narrador del espectáculo. Un personaje muy principal.
Bueno sí, soy el narrador. Explico la historia. Pero principal no soy, solo canto una canción; el PETIT PRÍNCEP las canta todas. En realidad pensé, ¿porqué lo ha de hacer otro si a mi me apetece hacerlo?
Pero tu personaje, aun así, tiene mucho peso.
Bueno, pero es que yo no sabía que iba hacer tanto de actor. Al final estoy aquí, cantando una canción cada día, emocionándome y emocionando a los demás. Una cosa que actoralmente no es fácil de hacer, y más, tres veces al día.
Podemos decir que ya tocaba que “el profe” que conocemos todos por televisión, y que marcaba tanto a sus alumnos, se pusiera delante de todos a cantar.
Sí hombre, sí. Lo que más gracia me hace es que la gente viene tras la función y me dice: ¡que bien lo haces! Y yo pienso: es que hace muchos años que lo hago y eso la gente no lo sabe.
Pero es que tu personaje de televisión es muy histriónico.
Bueno, pero soy yo, con gafas y chillando. Lo que la gente conoce de mi es lo que ven en televisión y como la tele es frivolidad, piensan que siempre voy gritando. Pero claro, yo soy una persona normal, no ando por la calle alzando la voz como si hiciera un show perpétuo. La gente piensa que todo el día soy como salgo en la tele. Es como si los cómicos fueran siempre por la calle haciendo reír; y no es así.
Tras el final del PETIT PRÍNCEP en el Barts que proyectos tiene Àngel Llàcer.
No, Priscilla funciona bien en Madrid con un director residente; mi trabajo allí ya está hecho. El otro día vinieron los productores de Priscilla a ver PETIT PRÍNCEP y me dijeron que a ver cuando volvía unos días a Madrid para ensayar.
Por otra parte, ahora estoy preparando los Premios Gaudí, que los vuelvo a presentar este año, y también estoy grabando un programa de TV3.
