Sónar ha renovado su espacio de Sónar de Día pero también la clásica Project Area. Sónar siempre está a la última y no ha podido evitar darse cuenta que el gaming forma una parte muy importante de la modernidad actual, de la IA y de la propia música.
La Project Area nos sorprendió gratamente con sus máquinas de gaming con una nostalgia abismal debido a su apariencia de las míticas máquinas de arcade que en su día teníamos en todas partes.
¿Cúal fue la favorita? la arcade beat machine de Endless fue una auténtica pasada, pues con los clásicos controles podías cambiar de baterías, samples e instrumentos varios mientras construías patrones con la pantalla táctil o bien con los botones que se correspondían con los pads de la pantalla. Podías probar y luego volcar tus patrones construyendo un loop infinito con tu melodía. En la parte de arriba tenías una cámara grabándote para poder llevarte el recuerdo contigo.
La más innovadora por su juego conceptual fue Slowly Fading into Data, su máquina Arcade presenta su último álbum en el que cada nivel va desbloqueando canciones que solo puedes escuchar según vas avanzando de nivel. Está diseñado para jugarlo más de una vez y descubrir todos sus secretos ocultos, opciones, huevos de pascua y finales alternativos. Una intensa experiencia audiovisual cinematográfica que empuja tu percepción de los 8 bits y pone a prueba tus habilidades de exploración y filosóficas.
El juego está también disponible versión cartucho de Game Boy ¡brutal!
Una de las zonas nuevas de este año también es la Plaça de Barcelona, un espacio con estructura de madera rodeado de plantitas y pantallas led. Allí dimos a parar a un interesante charla de la mano de Union Avatars. La compañía nos habló de las problemáticas del gaming actual y de la importancia de escuchar a los usuarios, pues las grandes quejas en la industria es que desde los inicios y hasta el día de hoy los avatares no son lo suficientemente representativos. Estamos en juegos que convierten a animales y seres mitológicos en héroes y villanos y, obviamente, hay muchos personajes humanos, sin embargo todos ellos con cuerpos esculpidos y una representación femenina muy irreal y sexualizada. Mujeres con pechos exagerados y medidas demasiado extremas y ropas ajustadas, cortas y poco propias de una guerrera. Union Avatars da respuesta a esta problemática y esta en proceso de crear avatares más inclusivos que respondan a una realidad más cercana a la demanda actual.
La RA, realidad aumentada, no se quedó nada atrás este año y volvimos a contar con esa zona tan espectacular en la zona del Project Area. Para empezar hemos contado con una instalación gigante en la que podías proyectar a través de tu móvil bajando de aplicación. Se trata de Other Matter. La instalación consistía en un grupo de esferas gigantes de color blanco, te bajabas la app, escaneabas un código y a disfrutar. Imagina una arquitectura que trasciende los limites físicos, que se extiende por el espacio, raíces que crecen, plantas, abstracciones, hasta patitos de goma… una pasada que juega con tus sentidos.
Justo al lado teníamos toda la maravilla de RV, realidad virtual, que siguió rompiendo límites. Era colocarte un casco, coger los controles y fliparlo una detrás de otra. Como curiosidad el festival MUTEK presentó ‘Immortelle’ y ‘House of Moiré’ con unos visuales atronadores. Muy abstracto pero un viaje casi imposible a través de la luz, habitaciones con líneas de luz o construcciones que parecían de arena fina del desierto.
Children of Matter nos llevó de paseo por la jungla, volando por ella explorando los árboles descubriendo caracole con un caparazón de forma humana. Los visuales super reales y la experiencia del todo envolvente.
A Fractal bream de Mo Tazari era el rey de la abstracción con sus fracaso infinitos en el espacio infinito. VENOM, sin embargo, era una locura alienígena dentro de una ciudad. El juego representaba una invasión y debías defenderte pegando tiros a los aliens, pulpos viscosos y todo tipo de bichitos.
Estas nuevas incorporaciones del Sónar+D nos ha encantado y ha sido muy divertida. No podemos esperar a ver qué nos traerá el año que viene en la parte más experimental del festival.
Crónica realizada por Nina Delgado