Dentro del Ciclo Voces del Real, el Teatro Real de Madrid ha programado un recital del tenor polaco Piotr Beczala, una de las voces europeas en auge y que ha deleitado al respetable con una impecable selección de temas.
Acompañado de la Orquesta Titular del Teatro Real, dirigida por el maestro Likasz Borowicz, el tenor polaco ha ofrecido un excelente recital en el que ha equilibrado a la perfección temas menos conocidos con otros que siempre son caballo ganador.
El recital ha dado comienzo con la Obertura de Halka, de Stanislaw Moniuszko. Aquí la orquesta ya ha dado muestra del buen nivel y del brío alegre que imponía el maestro. Piotr Beczala ha enfrentado su primer tema, nunca mejor elegido. “Come un bel di di maggio” de la obra Andrea Chénier. Bellisima y elegante interpretación. Uno de los momentos más esperados ha sido la interpretación del inmortal Intermezzo de Cavalleria rusticana, que ha dejado el terreno preparado para que el tenor se luciera cómodamente con “Mamma, quel vino è generoso” también de Cavalleria rusticana. Aquí las ovaciones ya iban en aumento.
Después del intermedio ha vuelto con otra composición de Stanislaw Moniuszco, “Aria z kurantem”. Ha llegado luego el turno de Puccini, con una impresionante interpretación de “Donna non vidi mai” de Manon Lescaut, para rematar con “Nessum Dorma” de Turandot, donde ha conseguido que alguna lagrima recorriera los rostros de un entregadísimo público que se atrevía a gritar ¡Viva Polonia!
Con un público en pie y entregado a la excelencia desplegada, el tenor ha regalado cuatro excelentes bises, terminando con una canción polaca arreglada para orquesta por el maestro Borowicz.
Como buen polaco, serio, el tenor no se ha prodigado en saludos ni explicaciones. Haciendo gala de una sobriedad harto elegante, Piotr Beczala ha dejado claro porque es una de las mejores voces del panorama operístico europeo.
Crónica realizada por Moisés C. Alabau
