novedades
 SEARCH   
 
 

24.09.2020 Críticas  
Sónar+D ¡La música no para!

Sónar+D con su edición extraordinaria se acordó de todos aquellos que ansían las ganas de música y es por ello que tuvo una programación musical diversa para tenernos a todos pendiente de la pantalla o bien pegaditos al asiento del CCCB. Una vez más Sónar se hizo con el control de las redes y aquí os lo contamos.

Ya eran las 10:30 y recien empezado el programa de Workshops y conferencias podía verse en el chat cómo algunos despistados preguntaban el motivo por el cual no podían todavía conectarse al canal «live 2» de la web de Sónar+D. En el chat la moderadora, amablemente, respondió acerca del horario de la conexión de Torre d’Alta Mar pues ese canal estaba dedicado únicamente a las sesiones dj’s desde esas hermosas vistas. Y es que, a pesar de que son inmensamente interesantes, no todos están interesados en las conferencias.

El canal «live 1» de Sónar+D estaba intercalado con muchas actuaciones musicales. Si estabas online todavía podías quejarte de que no llegas a ver todo… ¡pues como en el Sónar de todos los años! pero esta vez sin reventarte las piernas de escenario en escenario.

El primer soplo musical del canal fue una conexión con Nicola Cruz y Andrés Benavides en la que, desde lo que parecía el tejado de una casa, nos los encontramos con un bello paisaje lleno de árboles. Ellos, con sus sintes modulares, teclados e incluso tambores disfrutamos de un show IDM combinado con sonidos de la naturaleza, percusión y juego de texturas. Momento sorpresa cuando descubres que en uno de sus temas el protagonista del sonido rasgado era un lápiz dibujando sobre papel amplificando su sonido. Desde luego, muy acertado show para comenzar la mañana.

Entre robots, ciencia y movimiento, no podía faltar el ya habitual Daito Manabe el cual recalca que Sónar es su festival favorito, y es que si te fijas siempre puedes llegar a verlo entre el público disfrutando. ¿Qué nos trae esta vez? En años anteriores ha manifestado su interés por el funcionamiento del cerebro humano, la expresión y sus movimientos por lo que su investigación continúa. ¿Qué siente el cerebro cuando oímos música? El sujeto de investigación ha sido él mismo, pues con la situación actual no fue posible juntarse con nadie más. Su obra inicial fue coger imágenes de su cerebro mientras escuchaba música y superponerlas a la vez que creaba una música siguiendo los algoritmos de movimiento de éste. Pero sabemos que Daito siempre quiere ir un paso más lejos y quiso trasladar estos movimientos, estos impulsos cerebrales al movimiento corporal, por lo que, con ese mismo algoritmo de movimiento, creó un avatar a su imagen y semejanza el cual se mueve con ese algoritmo. En pantalla podíamos ver un Daito descontrolado superando las leyes corporales y otro con los movimientos más afinados y realizables por el humano. Para acabar pudimos ver un único avatar moviéndose con el algoritmo creando movimientos imposibles que retan a la gravedad y a la misma estructura ósea. Para terminar, basado en este último baile del avatar, vemos a una bailarina afinando estos movimientos e imitándolos lo mejor posible; el cerebro de Daito Manabe escuchando música hecho danza.

Alba G. Corral, protagonizó un Workshop muy creativo en el que nos sumergió en el mundo de los videojuegos y nos enseñó varias plataformas colaborativas. Si la llevamos al escenario nos lo rompe totalmente, pues se adueña de toda la sala para fusionarse con la música de Carles Viarnés. El show fue increíble, las notas de piano te invadían los oídos y, si no fuera por Alba G. Corral, los hubiera cerrado para disfrutar de ese viaje musical. Alba G. Corral llenó de luz y color toda la sala con proyecciones inmersivas que focalizaban el piano dónde Carles Viarnés tocaba e inundaba la sala de estrellas, espejismos, flashes geométricos…. Carles Viarnés no se quedó nada corto. Creó varios loops de piano para que éste no dejara de sonar y los combinó con varias voces que controlaba con sensores a través de sus brazos, sintes, distorsión y loops electrónicos. Puro arte audiovisual.

Y sabemos que Sónar siempre nos trae lo más loco, y quién mejor que El Niño de Elche para hipnotizar al público. Su obra se llama «Segunda diferencia: Oraciones del siglo 21». El título nos trae exactamente lo que promete; un Niño de Elche vestido con una bata blanca variando el movimiento de sus brazos pero siempre girando sobre sí mismo, iluminado únicamente por luces RGB combinadas y proyectadas hacia el alternativamente, una visión diabólica y de poseído. Su boca no pronunciaba palabra, sin embargo se le oía pronunciar oraciones y algunas palabras sueltas mientras sonaban loops electrónicos experimentales de lo más oscuros. Un show expectacular para repetir.

Uno de los más esperados en CCCB fue Arca, pues tanto el recibimiento como la despedida y los comentarios en el chat fueron de lo más cariñosos hacia la artista. Para algunos el esperpento para otros arte de pies a cabeza, Arca nos sorprendió con su vestimenta; taconazos, calentadores de cuero y media de rejilla (uno en cada pierna), tanga de latex del cual colgaban tiras de brilli brilli y corsé hasta debajo de su pecho desnudo. Rítmica y con estilo nos deleitó con set lleno de sintes, teclado, juego de pistas subiendo y bajando los fathers a la vez que manipulaba las pistas como si arañara los controles cual gatito. Lanzó varias vocales desafinadas que, cononiéndola, lanzó como disonancia artística hasta que nos rezó el Ave María totalmente sexualizado con sus movimientos. Experimental y IDM sonaban por los altavoces del CCCB que hacía que no perdiéramos ojo del escenario, pues esta chica es performance en movimiento y no dudó en subirse a la barra de pole dance que le habían preparado. Arca habló varias veces con decisión a su público y exprimió hasta el último minuto de su show poniendo canciones nuevas de su último trabajo.

Si nos vamos al extremo de la música urbana el sábado ficharon Ms Nina y Morad personajes candentes en la escena española del trap y el reggaeton. Si Morad ha dado mucho que hablar este año solo tienes que ver su show lleno de reggaeton, meneito y toques de autotune tan definidos como su estilo. La música urbana quedó también representada en la Torre d’Alta Mar, pues BB Cream dejó claro que hay espacio para un dj set de lo más bailongo lleno de samples y Hip Hop para perder el control desde casa, pues recordemos que los shows de Torre d’Alta Mar solo se podían ver a través del canal 2 de la plataforma.

Maria Arnal & Marcel Bagès nos dieron un toque diferente pero con guiños a la electrónica; base de sintes y toques de guitarra y la voz de Maria Arnal. Un show impecable al que le pusieron pasión y sentimiento narrando denuncia social de ahora con carácter melódico.

Max Cooper conectó con nosotros desde Londres para traernos un show en vivo; un dj set lleno de música experimental y IDM, exquisito, pero el protagonista real eran los increíbles visuales que explotaban detrás de él. Formas geométricas reproducidas y fundidas una detrás de otra deformando la realidad que conocemos. Un placer poderle ver en acción después de ver su conferencia el día anterior.

Una de las sesiones dj más esperadas del evento es tal vez la de John Talavot desde el IDEAL Barcelona con la colaboración de los visuales de Dsilence. Un set tech house y lo cierto es que algo monótono. No podemos decir lo mismo del increíble montaje visual de Dsilence el cual inundaba toda la sala con distintas tonalidades de color y distorsión aportando una inmensa profundidad al dj set. Simplemente increíble.

Una de las sorpresas del sábado musical fue sin duda Ubaldo. Se nos presetna en el escenario del CCCB una mesa con un mantel rojo, al fijarnos vemos la figura de jesucristo naciente boca abajo y, justo al lado, tenemos a Ubaldo. A los lados unas velas blancas que transmitían melancolía. Jugando con los sonidos de su nuevo trabajo «A Casa» y basado en los meses de confinamiento, teje un cálido tapiz sonoro a partir de fragmentos de guitarra, instrumentos de viento, saxofón y drone evolucionando los sonidos a partir de pedales y sintes. Arpegios, sonidos de radio antigua; simpleza y belleza de la mano.

Desde Torre d’Alta Mar son muchos los que se conectaron para ver los dj set que combinaban con las preciosas vistas desde las alturas de Barcelona. Ubo un poco de todo, desde los sonidos más hip hoperos y urbanos de BB Cream hasta los sonido más cósmicos de la mano de Dani Blue o el tech house de Rumbler. Desde luego para un sábado de vermut en casa con las copitas antes de comer entraban genial los sets de nueen, que pasó suavemente desde el IDM hasta darle unas pinceladas de Tech House, y AntiDrone Squad; techno líquido y el neo-brutalismo entremexclándose y subiendo el nivel y los sonidos de Torre d’Alta Mar. Y vaya que si se fue calentando el ambiente, pues llegó Daniel 2000 y acabó de darle su toque ecléctico con un toque más house.

Sónar+D ha demostrado dar apoyo a la cultura en todos sus ámbitos celebrando un festival extraordinario que ha conmovido a muchas personas vibrando a la vez que los artistas que se nos presentaban tanto en directo como online. Nos morimos de ganas de abrazar la próxima edición con alegría y ganas de bailar.

Crónica realizada por Nina Delgado

Volver


CONCURSO

  • COMENTARIOS RECIENTES