El Teatre Romea es el espacio elegido para que El laberinto mágico recale en Barcelona. Un espectáculo que recoge a modo de gran mosaico de la Guerra Civil el espíritu de las seis novelas que escribió Max Aub sobre su experiencia durante ese lapso de tiempo y que el CDN lleva de gira por los lugares donde sucede la acción.
El espectáculo nació como un trabajo de experimentación dramática del Laboratorio Rivas Cherif de Madrid y se fue creando durante el proceso de ensayos. El material con el que José Ramón Fernández, autor de la versión escénica, empezó a trabajar era una adaptación teatral de casi 10 horas, que se han resumido en casi 2 sin perder la esencia del relato. La producción que se pudo ver en el CDN (Teatro Valle Inclán de Madrid) en 2016 cuenta con 15 intérpretes en escena. Entre otros galardones cuenta con el Premio Max a la mejor adaptación y al mejor actor de reparto para Paco Ochoa.
Tanto Carles Canut, director artístico de la casa como Ernesto Caballero, su homólogo en el CDN se han mostrado muy contentos e ilusionados con emitir y recibir esta invitación. Para Caballero, también director de la pieza, El laberinto mágico es. Canut ve en Aub a “uno de los mejores autores para hablar sobre la Guerra Civil y el exilio”. Para Caballero, también director del montaje, nos encontramos ante “un gran mosaico sobre la Guerra Civil y una crónica de la vida cotidiana de un colectivo de personas que sufrió las consecuencias de la guerra, que sacudió la convivencia y la moral colectiva de la sociedad.
A pesar de la temática, el director considera que Aub es un autor optimista y que no habla desde ningún tipo de posicionamiento o resentimiento. Destaca su capacidad excepcional de explicar la vida de un personaje en tres o cuatro líneas.
Paco Ochoa y Macarena Sanz, ambos integrantes del reparto han explicado cómo han vivido el proceso de creación. Para el primero, “más allá de la ideología, la ora de voz a un grupo de seres humanos que de golpe se ven inmersos dentro de un laberinto y no saben cómo salir”. Para la joven actriz resulta muy especial representar el montaje en todos los lugares donde se desarrolla la historia de la obra: Madrid, Alicante, Valencia, Barcelona… y Moscú. “Tener entre manos la memoria de nuestros padres y abuelos es muy emocionante. Es un acto para recordar y lo explicamos de la mejor manera que lo podemos hacer”.
Para Caballero, Moscú representa el exilio que mucho españoles vivieron después de la Guerra Civil. Todos los integrantes de la compañía han destacado la calidad y relevancia de Aub tanto en prosa como en drama. Su lucidez y luminosidad es la base sobre la que se ha vertebrado la dramaturgia.
El laberinto mágico se puede ver del 26 de octubre al 5 noviembre, durante dos únicas semanas. Puedes conseguir tu entrada en la web del Teatre Romea.
