Siempre me han llamado la atención todo tipo de espectáculo original y cercano. Es por ello que debo indicar, solo ya para empezar, que el show de GUILLEM ALBÀ & LA MARABUNTA que se presentó en el Teatro La Latina a principios de mes es algo que, de una forma u otra, sorprende,
GUILLEM ALBÀ & LA MARABUNTA es un montaje que fusiona en un mismo escenario música, clown, actuación, canto, improvisación, energía, baile e interacción con el público. Todo ello, aderezado con una buena dosis de ingenio y autenticidad. Al público le gusta sentirse partícipe del espectáculo, por lo que, ¿qué hay mejor que meterse de lleno en la trama?
Y es que la actuación que vemos en el escenario, aun toda la preparación existente a sus espaldas, tiene un hilo argumental muy natural. Nada se ve preparado; todo parece fluir en el momento. Aun así, también hay momentos de improvisación, que son manejados de forma magistral por el artista y sus cómplices musicales.
GUILLEM ALBÀ & LA MARABUNTA es un combo de locos de atar, que tienen como objetivo principal hacer reír al público. un público muy particular que los sigue en sus ocurrencias en un show que ya lleva dos años de gira.
El espectáculo se desarrolla in crescendo, al igual que la influencia que este tiene en el público. En un principio, todo el mundo llega escéptico a la sala, sus caras (nuestras caras) son un poema inesperado de lo que nos vamos a encontrar, pero tras 30 minutos, en cuanto el espectáculo despega, no hay quien lo pare. La horda demencial de GUILLEM ALBÀ & LA MARABUNTA impregna la sala y el escenario.
Y es de agradecer, y ayuda a la locura general, que el artista en todo momento se preocupe por mantener un contacto familiar con el público. Le hace sentirse como en su casa y esto, quieras o no, aviva la llama.
Pero no todo queda aquí, ya que a mitad de función el artista advierte: “Quien no se ha reído hasta ahora se puede ir, que esto que viene va a peor”. Solo le falta decirnos: “¡Cuidado! ¡loco suelto!”. Y no es para menos.
Albà deja patente en todo momento que el objetivo principal de la función es el de hacer reír a los espectadores; nada importa más que eso y, de hecho, lo reflejan en el escenario. Pero si él es un temerario, el público lo puede ser más. ¡Atrévete a retarlo!, porque lo más probable es que seas tú quien realice la hazaña y no él, convirtiéndote – por unos minutos – en el protagonista de la noche.
GUILLEM ALBÀ & LA MARABUNTA se manejan el escenario con tanto desparpajo que no se intimida ante nada. Su propuesta artística te puede gustar o no, pero está claro que no te dejará indiferente, dado que su humor y energía convierte en una fiesta el teatro por completo. Prepárate a ver pizzas volando, mojarte un poco, o esperarte lo inesperado; este show te sorprenderá, y no te imaginas cuánto.
Como el mismo Albà dice: ”Pueden hacer lo que les da la gana, salten, griten, porque esto es una fiesta para celebrar. Reírse es un buen plan”.
Crítica realizada por Jorge Cuñat
