Mi último clasicOFF en Nave 73 de Madrid es para Cómo ser Cleopatra: Un estudio sobre la tentación y cómo perder Egipto en 10 pasos, de Isabel Guerrero y Paraíso Cero. Un manual musical sobre cómo caer en la tentación, yassificar tu persona, convertirse al hedonismo, y aprender a preparar una leche ultrahidratante friendly con los intolerantes a la lactosa.
Cuando eres Cleopatra el mundo que hay frente a ti es un gran barco de cruceros por el Nilo en el que todo está incluido, de forma ilimitada y sin letra pequeña ni condiciones. Eres la VIP, eres la capitana y eres la puta ama. Eres la CEO y la gran enemiga de Greta Thungberg pero te suda la rabadilla esto porque ¿quién es Greta Thunberg?. Y ponerse el mundo por montera es lo que propone Isabel Guerrero en este Cómo ser Cleopatra: Un estudio sobre la tentación y cómo perder Egipto en 10 pasos; convertirse en una cocodrila ante la ferocidad del día a día y ser indulgente con todos los fallos que una pueda cometer a lo largo del día, o en las tentaciones que una caiga por sentir que sin ellas tu imperio estará perdido.
El juego de representar en su mínima expresión el Antonio y Cleopatra de William Shakespeare, y convertir esa obra en un hecho anecdótico, casi una acotación absurda de El rincón del vago a la que llegas porque no te ha dado tiempo a leértela el día de antes de un examen, es osado, punk y puro camp. Cómo ser Cleopatra: Un estudio sobre la tentación y cómo perder Egipto en 10 pasos es más grande que la obra de William Shakespeare, es el testimonio de tres Cleopatras que pierden todos los días su imperio, como un día de la marmota fatídico en el que te levantas, te pintas la raya del ojo, cedes al Marco Antonio de turno, te acorrala Julio César, y antes muerta que sometida.
Mar Mandli como Cleopatra feroz y callejera está magnífica y divertidísima; Marta Fuenar como Cleopatra youtuber y golosa es el contrapunto dramático del montaje y una excelente sorpresa. Luis Visuara es la Cleopatra trasnochada que no quiere ser Cleopatra y en realidad es devorada en protagonismo por sus reinas compañeras hasta que se sumerge en las espesas aguas del lácteo Nilo condensado. Sonia Sahuquillo es la Cleopatra cantante que merece un recital propio cantando grandes éxitos de ayer, hoy y siempre, rodeada de papiros, tapices baratos de leopardos, pero conservando su regia presencia de hermana Salazar.
Cómo ser Cleopatra: Un estudio sobre la tentación y cómo perder Egipto en 10 pasos ha sido una fantástica sorpresa en descubrirles como compañía en Nave 73 tras haber pasado por El Umbral de Primavera (y volver allí en septiembre), y caigo en la tentación de no perder de vista su recorrido para ver todo lo que pueden llegar a hacer en el futuro. Salí de la sala siendo Cleopatra, y Cleopatra seguiré.
Crítica realizada por Ismael Lomana
