Suenan los primeros acordes y, mientras los músicos toman sus puestos uno a uno: un violinista, una flauta travesera, una guitarra, un bajo… aparece Birdy, con un vestido totalmente transparente hasta el suelo que deja entrever sus piernas, decorado con motivos plateados, y en seguida se sienta frente a su piano.
Suena ‘Hear you calling’ y todo el público saca el móvil para inmortalizar ese momento en el que la joven intérprete y compositora, Jasmine Van Den Bogaerde, abra la boca para entonar los primeros versos.
Y así, una tras otra, la joven irá entonando los temas de su último trabajo, el tercero de su precoz carrera profesional, titulado ‘Beautiful lies’. Sin apenas una pausa entre tema y tema, Birdy dará en Barcelona el último concierto de la gira presentación de su último LP, y así lo anunciará en el segundo día en el que la cantante inglesa toca en España; el día anterior había llenado la sala Riviera de Madrid; Razzmatazz en Barcelona estuvo cerca del sold out.
Suenan los primeros acordes de ‘People help the people’, una de esas canciones que resumen a la perfección el estilo de Jasmine Van Den Bogaerde: tonos melancólicos propios de una tarde de octubre, colores de ruptura amorosa, una voz que suena madura sin llegar a serlo, un preludio de lo que puede ser Birdy cuando deje de hacer honor al diminutivo de su nombre artístico. El jovencísimo público (mayoritariamente femenino y acompañado de sus padres, que esperarán en los bordes de la sala sentados en las tarimas o tomándose una copa en la barra) sacará el móvil una vez más para inmortalizar el momento, y no dejarán de hacerlo durante todo el concierto.
Sin apenas mirar al público ni dirigirse a él salvo alguna tímida sonrisa, Birdy sigue concentrada en su setlist y entona ‘Young Blood’ ante un público que apenas reconoce la canción del primer trabajo que la artista publicó cuando solo tenía 15 años. Toda una inspiración para todos ellos, eso seguro. Jasmine ganó el certamen Open Mic UK a sus 12 años frente a más de 10.000 participantes; y desde entonces ha sido un descubrimiento en los rankings de ventas de Australia y Reino Unido entre otros.
Tres temas más tarde, ya casi en el ecuador del concierto, Birdy se dirige al público por primera vez para contarles que el siguiente tema es su preferido de su último disco: ‘Unbroken’, y de nuevo la tristeza que transmite su voz se riñe con el contenido de su letra, que muchos adolescentes de las primeras filas vocalizan en silencio.
Y después de tanta canción triste y lenta, Jasmine abandona su asiento frente al piano para tocar con una guitarra de pie el siguiente tema; ‘Give up’. Esta vez los músicos, hasta ahora acompañándola con cara de circunstancia, empezarán a esforzarse por animar al público. Ella, por su parte, continuará ensimismada con la ejecución de sus canciones, sin responder a los mensajes de sus fans, que no dejan de mandarle saludos desde la pista. Si algo no se le puede discutir a Birdy es su profesionalidad en el escenario, con los contras que ello puede traer, como por ejemplo no dejar nada a la improvisación; cualquier gesto, guiño o comentario está más que medido; pero con una perfecta ejecución de todos los temas de principio a fin.
Parecía que nunca llegaría este momento, pero sí, tenía que llegar unas canciones más tarde: nuestra joven artista se vuelve a sentar frente al piano, con su vestido casi galáctico para entonar los primeros acordes de la canción que la llevaría al estrellato. Y con permiso de Bon Iver, la versión de ‘Skinny love’ que realiza Birdy es su mejor carta de presentación para cualquiera que no la conozca aún. Sus seguidores lo saben bien y corean el estribillo en voz baja para poder escuchar bien a Jasmine y su piano.
Con los altibajos a los que ya nos ha acostumbrado Birdy a lo largo del concierto, a continuación interpretará ‘Wings’ de su segundo trabajo ‘Fire Within’ y dejará al público en este momento de éxtasis hasta volver del bis. A su vuelta, invitará al escenario a su telonero de la gira Dan Owen (que merece una crónica a parte de su genial actuación en el previo) y las féminas enloquecen cuando toma posición delante del piano para cantar a dúo ‘Let it all go’.
Y para acabar, ‘Keep your head up’, y Birdy vuelve a recordarnos lo que puede llegar a ser con su trayectoria y algo más de confianza en el escenario.
Crónica realizada por Bea Garrido
