El pasado 23 de Enero, el 36º Festival Internacional de música de Canarias presentó en el Auditorio de Tenerife a la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt. Dirigida por Andrés Orozco-Estrada y con la presencia de Fumiaki Miura como solista; nos preparamos para disfrutar de una noche cargada de talento.
Y comenzó la noche en el monte pelado. Obra de Modest Mussorgsky basada en los antiguos rituales de brujas que se celebraban en las montañas de Kiev. Destacamos de esta melodía la importancia que adquirieron los instrumentos de viento. Una instrumentación histérica y una fanfarria tenebrosa nos marcan el inicio del aquelarre ye invocación del dios oscuro Chernobog. Seguida de melodías más dulces que, nota a nota, se ensombrecieron. Tanto el oboe como la flauta travesera jugaron un papel primordial en este aspecto, llegando a ser los dueños de nuestras emociones. Poco a poco las notas aumentaban la tensión y coronaban con el impactante estruendo del platillo. Simplemente mágico. Se trata de una obra diseñada con la finalidad de envolver al oidor en un mundo de magia oscura y aterradora.
Continuó la noche con el Concierto para violín en Re Mayor, Opus 35 de P.I. Tchaikovsky. Esta obra se caracteriza por estar influenciada por temas del folclore musical eslavo y ruso, en armonía con la pieza que interpretaron previamente, además de tener los matices del ballet que tanto le gustaba introducir Tchaikovsky en sus obras. A pesar de la gran dificultad de las cadenzas, el violín se concentró en resaltar la belleza general del tema, creando esto unos efectos muy interesantes en la articulación y en los balances orquestales. Si bien iniciaron remarcando con mucho cuidado los matices y el ritmo, pudieron haberle dado algo más de vida a la temática general. El broche de oro lo otorgó el Finale. Un Allegro Vivacissimo donde abundó la sonoridad y un clímax apoteósico. Se trató de una versión donde destacó diálogo entre el solista y la orquesta, un diálogo fenomenalmente tratado y con gran dinamismo que no hizo otra cosa más que extasiar los oídos de los presentes.
La noche terminó con la Sinfonía Nº5 en Re Mayor, opus 47 de D. Shostakovich. Se trata de una composición cargada de melodrama, en la que contrastan los temas rotundos y las melodías serenas. A lo largo de la obra notamos el carácter militar y socialista que marcó la época en la que se desarrolló el compositor. Si bien es cierto que esta temática nos evoca al optimismo triunfante del hombre que tras una lucha intensa y agitada sale victorioso, una segunda lectura de la misma nos recuerda que la alegría también es forzada, creada bajo amenaza, haciendo de la diversión una obligación. Es todo esto lo que nos muestran la gran calidad con la que cuenta la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt, quienes fueron capaces de mostrarnos esta dualidad de la obra de Shostakovich.
Un año más, el Festival Internacional De música de Canarias nos ha traído un programa cargado de talento y excelencia que se podrá disfrutar hasta las primeras semanas de Febrero en diferentes puntos del archipiélago canario.
Crítica realizada por Darnell González
