El Teatro de la Zarzuela de Madrid ofrece un programa doble durante el mes de abril: El bateo, de Federico Chueca y La Revoltosa, de Ruperto Chapí; dos sainetes líricos de patio de vecinos, enredos amorosos y celebraciones varias, una, acercándola a la actualidad, y la otra, alejándola a una estética refinada de los años 50.
El pasado 6 de abril, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona acogió el regreso de la diva internacional Nadine Sierra. La soprano ofreció un concierto donde presentó una secuencia de arias dedicadas a la historia de la lírica internacional. Una noche de éxito rotundo en el que la que se coronó como la reina de una temporada liceística memorable llena de elegancia, sensibilidad y fuerza vocal.
Casi casi cerrando el programa lírico del Teatro de la Zarzuela de Madrid se ha estrenado El rey que rabió, una zarzuela en tres actos sobre un rey aburrido de su corte que decide ser campechano y viajar por su reino sin comodidades no preferencias. O no.
El Teatro de la Zarzuela se empeña en sacudir ese aroma cerrado que a veces se le supone. El proyecto Zarza (Zarzuela para y por jóvenes) inicia su andadura con una genial adaptación de LA REVOLTOSA, uno de los clásicos del género que supera la vuelta de tuerca con nota.