Teatre Lliure y William Shakespeare en la misma frase es siempre (o lo ha sido hasta ahora, que yo recuerde) garantía de acierto y disfrute. Por lo que no hay que dudar en visitar el teatro de Montjuic estos días, para deleitarse en el Macbeth con aroma a Lliure que está en su programación, en la adaptación que dirige Pau Carrió y que cuenta con 14 actores de lujo del panorama catalán.
El Teatre Nacional de Catalunya en Barcelona pone en escena Terra Baixa. Hasta aquí, cero sorpresas. Pero su directora Carme Portaceli, y el adaptador Pablo Ley, han actualizado el clásico de Àngel Guimerà convirtiéndolo en un thriller histórico y el resultado puede ser lo mejor que le ha pasado al teatro catalán en muchos años.
El Teatre Nacional de Catalunya programa en su Sala Petita, hasta el 24 de abril, el Macbett de Eugène Ionesco con traducción a cargo de Ramón Simó y que él mismo dirige. Una propuesta gamberra, con tintes de absurdo, que da como resultado un elevado saldo a favor en todos los aspectos.
Tras Victòria d’Enric V y Hamlet, Pau Carrió completa una trilogía de grandes obras de la literatura europea con Crim i càstig de Fiódor Dostoievski. Un volcado del papel a la escena de preguntas planteadas, monólogos interiores y filosofía que inundan la sala Fabià Puigserver del Teatre Lliure de Montjuïc en Barcelona.
La Sala Flyhard de Barcelona estrena el último texto de Carles Mallol para sumergirnos en una expansiva vinculación entre las repercusiones de nuestra sobrexposición a la necesidad, entre voluntaria y compulsiva, de inmortalizar cada instante vital, así como el desapego y desvinculación interpersonales que esto provoca (en este caso) entre los miembros de una unidad familiar.
Alícia Gorina estrena de nuevo en la Sala Petita del TNC, esta vez con la obra Solitud de Barcelona, de Victor Català (seudónimo de Caterina Albert), que será parte del Epicentre Pioneres, con el que el teatro va a ahondar en la obra de escritoras y dramaturgas catalanas de la época del Modernismo y así acercar más su trabajo al público catalán actual.
Quien conozca algo de la obra de Mercè Rodoreda seguramente concordará conmigo en que La mort i la primavera nada tiene que ver con el estilo habitual de la autora catalana. La Sala Petita del TNC presenta, bajo la dirección de Joan Ollé, esta extraña ficción de la escritora en un montaje que, como mínimo, no deja indiferente a ningún espectador.
La Sala Flyhard nos invita a descubrir la nueva propuesta de Carla Torres. Un espectáculo que convierte nuestro presente inmediato en farsa distópica no futurista. Estat decepció nos compromete e inculpa. Se moja y se pringa superando la distorsión formal para escenificar una confrontación constante entre el individuo y los roles prototípicos y perpetuadores del status quo.
Eugene O’Neill estrenó en 1924 su obra de teatro “Desire under the elms” en plena depresión americana y justo antes del crack del 29. Posteriormente, Anthony Perkins, Sofia Loren y Burl Ives la llevarían al cine en el 58. Y Desig sota els oms es la versión que Iban Beltran y Joan Ollé (quien también la dirige) nos traen este 2017 al TNC de Barcelona.
Daniel Quinn, que había publicado libros de poesía y escrito obras de teatro, varios ensayos críticos y bastantes traducciones pero tras la pérdida de su esposa y su hijo en un accidente, abandonó todo aquello, junto con la gente que conocía, para ir a refugiarse en Max Work (un personaje de ficción que protagoniza sus novelas) y vivir en un pequeño apartamento en Nueva York.