De día, ejecutiva. De noche, ejecutora. Esta sociedad está podrida, y cuando te das cuenta de que parte de la podredumbre es culpa tuya… hay que tomar medidas drásticas. Este es el planteamiento de L’executiva, un pequeño musical unipersonal que se ha podido ver estos días en la Sala Golem’s de Barcelona.
Hace 100 años, «el cuplé catalán» se forjaba en las academias de Conde del Asalto (hoy, Nou de la Rambla) para interpretarse por los cafés, teatros y teatrillos de todo el Paralelo. Una de sus grandes compositoras fue Càndida Pérez Martínez. Ahora, Núria Esquius reivindica su labor en La cupletista, que regresa al Teatre Gaudí de Barcelona.