Cuando uno necesita explicar quién es, cómo ha sido su infancia, pero ese es un lugar al que no quiere volver, al que nunca perteneció, surgen mecanismos entre imaginativos y teatrales que reconstruyen el pasado. Es la clave de la obra que la compañía La Utópica ha estrenado en el teatro Porta 4 de Barcelona: HOME, SWEET HOME.
Nos situamos en la década de los 70. Ambas calles, la de Castro y el de Sunnydale, son calles de la ciudad de San Francisco. El primero es el icono del movimiento libertario homosexual; el segundo es un lugar cualquiera del sur de la ciudad, un lugar humilde donde han nacido los protagonistas de HOME SWEET HOME.