Inundación en los Baixos22 del Teatre Tantarantana. La Cia. El Martell nos ofrece una particular y muy trabajada aproximación a uno de los clásicos de la literatura catalana. Atlàntida 92 (Un espectable que fa aigües) confirma el buen pulso de Laia Alsina Ferrer para replicar, rebatir y refutar constructos sociales fundacionales de una visión del mundo peniciosa, caduca y vicidada.
Algo extraordinario está sucediendo en el Teatre Akadèmia. Els Pirates Teatre retoma Nit de reis (o el que vulgueu) y consigue un gran y rotundo triunfo. Apuestas de dirección acertadas, interpretaciones alineadas con las contradicciones internas de los personajes y un constante replanteamiento actual del qué, cómo y porqué de la obra configuran una función arrebatadora.
La Perla 29 nos acerca al universo ideológico de Arnold Wesker y lo hace con un texto que cuestiona la posibilidad de entendimiento entre los ideales, especialmente políticos, y la situación socioeconómica del portador de los mismos. La puesta en escena dimensiona con éxito tanto el factor filantrópico como el más alegórico y usa con perspicacia las unidades de tiempo y espacio.
Arnold Wesker llega a la Biblioteca de Catalunya. Sopa de pollastre amb ordi se estrena el próximo 14 de febrero y se podrá ver hasta el 8 de abril. Ferrat Utzet dirige un texto que él mismo ha versionado junto a Llàtzer Garcia y que nos acerca al realismo social de los “angry young men”.
La Seca Espai Brossa recupera Y-X (o la fidelitat dels cignes negres), un espectáculo imprescindible se mire por donde se mire. Una pieza que no se conforma con desmenuzar los mitos o lugares comunes sobre el espectro sentimental y romántico, sino que además interpela al papel que tienen las artes escénicas en la fijación de su aprehensión social.
Al barrio del Poblenou y, por extensión, a la ciudad condal entera, le ha llovido un regalo en forma de celebración. A la apertura definitiva de la nueva Sala Beckett se le suma la elección de un texto de Josep Maria Benet i Jornet que rezuma de necesidad teatral y, además, el montaje que resulta es tan particular como especial.
¿Estás dispuesto a asumir que tienes prioridades que no entienden los demás? ¿Estás preparado para no volver a ver a tus conocidos jamás? ¿Estás seguro de querer ser el primero y, a la vez, el último en algo? ¿Estás convencido de que la vida tiene que partirse en mil pedazos para poder reconstruirse?