Acaba de estrenarse Divinas palabras, de Valle-Inclán, en el Teatro María Guerrero de Madrid. José Carlos Plaza se ha encargado de dirigir a un elenco de lujo en este montaje desgarrador y sencillo, fiel al texto original, que muestra el ámbito rural a través de personajes marginados, de feriantes y buscavidas que transforman el llanto en risa.
Si hace unos cuatro años, por la capital británica se dejaba caer una adaptación del clásico de George Orwell, 1984, en un teatro alejado del West End, pero resultón en cuanto a su propuesta, el que hoy nos ocupa le llega a la zaga, perdiendo una oportunidad brillante de versionar uno de los libros clave de la ficción distópica.