Mi primer Grec de este año me dirige a la Sala Beckett de Barcelona. Bueno, el camino más bien lo he elegido yo. Joan Carreras es la primera razón. Llàtzer Garcia también lo es. Poder ver por fin algo de su puño y letra es algo que tenía pendiente. Al final, les visions es la historia que escribe y también dirige como encargo de la sala del Poblenou.
Santiago Rusiñol vuelve a representarse en el Teatre Nacional de Catalunya quien, con L’Hèroe, vuelve a inundar la Sala Gran de sarcasmo político-social, algo de folclore y un final como el de las mejores tragedias. Lurdes Barba recibe el encargo de dar vida de nuevo a esta dramaturgia que tuvo su primer estreno en el 1903 y que fue ampliamente recibida por la platea catalana.
La Sala Beckett retoma Bruels tras su paso por el último Grec Festival de Barcelona. Un delicado espectáculo de La Llarga escrito y dirigido por Oriol Morales i Pujolar que se convierte en una estimable muestra de la vinculación entre teatro y territorio y nos sitúa en lo que podríamos denominar como «l’Empordà State of Mind».