En un mes de enero bien cargado de estrenos estimulantes que despierten la temporada, El Umbral de Primavera de Madrid comienza el nuevo año con la programación de Edipo (en una obra de teatro de falso documento situada en un set de rodaje diseñado para parecer el salón de una casa), de Mattis G. de la Fuente; una fantasía meta que reinterpreta la mitología y nuestra realidad.
Que placer da poder disfrutar, aunque sea por pocos días, de trabajos que se realizan en Madrid (y más, en lugares como el Teatro Kamikaze, al que le deseamos lo mejor en estos tiempos) aquí, en la ciudad condal. Uno de esos trabajos es Tebas Land, que pasó fugaz pero con gran calado por la Sala Petita del TNC.
Vamos de tragedia en tragedia últimamente. Me refiero a tragedias teatrales, aunque de las de la vida real, por desgracia, tampoco faltan. En esta ocasión le toca subir a las tablas del Teatre Romea al Èdip de Sófocles, con la versión de Jeroni Rubió Rodon y la dramaturgia que han escrito Marc Artigau y Oriol Broggi.
Desde hacía meses no había entradas, y los que nos habíamos quedado sin ellas (si, yo, ya me vale…) mendigábamos entradas para poder asistir a la locura flamenca de Jan Fabre, Mount Olympus en los Teatros del Canal de Madrid. Con la gesta conseguida tras buscar bajo las piedras, esto es lo que sucedió. Esto es lo que se vivió.
Los Teatros del Canal de Madrid presentan el estreno de Monte Olimpo. Para glorificar el culto a la tragedia (Mount Olympus. To Glorify the Cult of Tragedy), una performance de 24 horas inspirada en la cara más oscura de la tragedia griega, creada por el director belga Jan Fabre para su compañía Troubleyn.