El doble programa Cavalleria Rusticana & Pagliacci se convierte en uno de los grandes éxitos de la temporada para el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Damiano Michieletto, entrelaza ambas óperas como si fueran dos capítulos de una misma historia para, con un ambiente cinematográfico y una escena realista, acercarnos a un pueblo del sur de Italia marcado por la tragedia.
El Gran Teatre del Liceu de Barcelona presenta un doble programa: Cavalleria Rusticana & Pagliacci. Damiano Michieletto, uno de los directores de escena europeos más reclamados por los principales teatros, entrelaza las dos óperas «como si fueran dos capítulos de una misma historia». Marcelo Álvarez y Elena Pankratova encabezan el reparto.
El Gran Teatre del Liceu acoge un nuevo estreno de Un Ballo in Maschera de Giuseppe Verdi. Una aproximación de Vicent Boussard que capta tanto el espectro romántico como psicológico de la pieza y que prioriza la fuerza de la música y las interpretaciones por encima de una puesta en escen, antes minuciosa que minimalista, que trabaja el claroscuro de manera transversal.
El Gran Teatre del Liceu presenta la producción con la que inaugura la nueva temporada. Se trata de Un ballo in maschera, un melodrama en tres actos con música de Giuseppe Verdi y libreto de Antonio Somma. Una puesta en escena de Vincent Boussard que se estrenó en Théâtre du Capitole de Toulouse y en el Staatstheatre Nürnberg y se podrá ver de 7 al 29 de octubre.
El Gran Teatre del Liceu cierra temporada con una nueva puesta en escena de Il Trovatore. Una aproximación tan arriesgada como certera que se enfrenta a la complejidad que supone indagar en el claroscuro argumental y el espectro intrínseco de los personajes. El gran valor añadido de la producción es, sin duda, la visión compartida y alineada de todos los implicados en la propuesta.
El Gran Teatre del Liceu presenta una nueva producción de Il Trovatore de Verdi que se podrá ver entre el 17 y el 29 de julio. Un acercamiento a partir de la obra pictórica de Goya que dirige Joan Anton Rechi. El aragonés se convierte tanto en espectador de excepción como en canal para explicar y acercar el conflicto del libreto de Cammarano y Bardare.