El Teatro Español de Madrid cumple 440 años y Grumelot y José Padilla lo celebran en su sala Principal con Arder y no quemarse, un recorrido por la historia de este lugar que desde el 1583 mantiene su representación continuada.
Empiezo mi SURGE Madrid este año desde la sala exlímite con De la juventud, una co-creación a partir de «La enfermedad de la juventud» de F. Bruckner escrita y dirigida por Juan Ceacero, con el elenco de La_Compañía exlímite #Futura.
Llega, a Nave 73 de Madrid, El banquete de La Ferviente Compañía. Inspirada en el texto de Platón, una reunión de amigas que, de resaca, intentan reconstruir la noche de anoche, aunque esto no esté pasando mas que en la cabeza de alguien que no estuvo allí.
A partir de las crónicas que Hemingway escribió como corresponsal durante la guerra civil española, Mario Hernández crea y dirige Hemingway, enviado especial, en el Teatro del Barrio de Madrid. Un monólogo en el que el escritor, interpretado por José Fernández, rememora antes de suicidarse la época en la que, desde el Hotel Florida de Madrid, narraba cómo se libraba una guerra.
La Compañía Nacional de Teatro Clásico, programa en la sala Tirso de Molina del Teatro de la Comedia de Madrid, en paralelo a El Burlador de Sevilla, El lugar y el mito, de Paola de Diego, un diálogo contemporáneo a partir del mito de Don Juan.
Mi penúltima visita al clasicOFF de Nave 73 en Madrid es para El mayor encanto, amor, del Anual de Montaje de la Escuela Nave 73, quienes se enfrentan a un Calderón de la Barca entre la naumaquia de secano, la ópera-reggaeton y una farsa circense en la isla de Eea.
Los Grumelot llegan a las Bóvedas del Conde Duque para estrenar en la capital Tiestes, una tragedia griega, que riéte tú del Tito Andrónico de Shakespeare, porque aquí si que ha venido Grumelot a poner toda la carne sobre la mesa.