Esta mañana, Carme Portaceli (directora del Teatre Nacional de Catalunya) ha presentado la programación de la nueva Temporada 2024-2025 del TNC en Barcelona. Una programación para compartir emociones y llena de propuestas que hablan de la voluntad de cambios y de vidas en los márgenes.
El ciclo troyano tiene muchos elementos, y entre el Rapto de Helena y La Ilíada pasaron muchas cosas. Una que suele olvidarse, pero que disparó una sangrienta cadena de venganzas, es la que llega ahora al Teatre Lliure de Barcelona. Y es que Eurípides nos contó como, para que los griegos partieran hacia Troya, los dioses exigieron el sacrificio de la hija de Agamenón: Ifigènia.
Quedan solo unos pocos días para ver el último proyecto que presenta Alícia Gorina en la Sala Fabià Puigserver del Teatre Lliure de Barcelona. Aquell dia tèrbol que vaig sortir d’un cinema de l’Eixample i vaig decidir convertir-me en un om es la reapropiación que hace la directora de la historia de Las vírgenes suicidas, opera prima de Sofia Coppola en celuloide.
Alícia Gorina estrena de nuevo en la Sala Petita del TNC, esta vez con la obra Solitud de Barcelona, de Victor Català (seudónimo de Caterina Albert), que será parte del Epicentre Pioneres, con el que el teatro va a ahondar en la obra de escritoras y dramaturgas catalanas de la época del Modernismo y así acercar más su trabajo al público catalán actual.
Hay chicas que se casan y casas en miniatura. Niñas enterradas entre flores que se enfrentan a la muerte y destinos que pretenden ser cambiados. Hay parches en los ojos y conversaciones con el padre. Y bebés que son bolsas de agua en países en guerra con soldados traumatizados. Alícia Gorina reúne todas sus obras en In wonderland, en el Teatre Lliure para el Grec 2019.
Es hija del famoso crítico de cine Àlex Gorina, y tras haber cursado estudios de Dramaturgia y Dirección, Interpretación y un Postgrado de Teatro y Educación, Alícia Gorina decidió dedicarse principalmente a la dirección teatral. A pesar de su ya largo recorrido, aún consigue sorprendernos con cada proyecto nuevo que presenta.
Cuando se estrenó Blasted de Sara Kane en Londres en el año 1995, revolucionó al público inglés por su temática dura y directa, así como por sus explícitas escenas a las que una audiencia de teatro no estaba acostumbrada. Tal fue así, que fue hasta rechazada por la crítica como un “intento inmaduro de conmocionar al espectador”.
Una pareja de amantes. Una lujosa habitación de un hotel de Leeds. Un hombre enfermo. Los resultados de una violencia no controlada. Eso y más es Blasted (Reventados), la obra de la dramaturga británica, ya fallecida, Sarah Kane que se estrena el próximo día 11 de este mes en la Sala Petita del Teatre Nacional de Catalunya.
El Teatre Nacional de Catalunya cumple 20 años y ha querido celebrarlo cediendo la palabra a 20 creadores escénicos que han dirigido espectáculos en la casa en más de una ocasión. Además, y en el marco del Epicentre Cunillé, se ha publicado una antología de los textos de la autora.
La Sala Atrium recupera una pieza que supera cualquier frontera mental a la que nos podamos enfrentar cuando nos acercamos a un espectáculo. Watching Peeping Tom es una pieza inquieta y muy generosa que trasciende continente y contenido y que sobresale en su capacidad para convencer al público a través de la persuasión (artística) manifiesta.