En esta época del año -pleno verano- la oferta teatral cambia y A MEDIA LUZ LOS TRES se representa, al comenzar la noche, en el patio del Teatro Galileo. Con la particularidad de poder tomar algo antes, durante y después de la obra. Cena y teatro al aire libre, una combinación maravillosa cuando el calor estival aprieta en la capital española.
A pesar del tiempo – fue estrenada el 25 de noviembre de 1953 en el Teatro de la Comedia de Madrid- la obra, el espíritu y el humor de Mihura sigue plenamente vigente como se ve en esta función. Su absurdo y su tendencia al surrealismo continúa llegando y calando en el público que, entre sorbo y sorbo, suelta alguna que otra carcajada.
Fernando Cayo, que encarna a Alfredo, el soltero propietario del piso en el que transcurre prácticamente toda la función; Javi Coll, el amigo que lo visita con bastante frecuencia y Pepa Reus, que representa a todas las mujeres de la obra gracias a su gran versatilidad en la voz y en los gestos; logra diferenciar perfectamente entre todos sus personajes independientemente de lo breve que sea su aparición. En definitiva, tres grandes cómicos que nos muestran, minuto tras minuto, su talento.
Además, otra novedad surgida de la actualización de la obra, es la interacción de todos ellos con el público. Ya sea para arrancar alguna risotada sin más o para suavizar algún fallo del guión o de los efectos de sonido.
A todo esto hay que añadir a la pequeña orquesta asentada en la terraza del personaje principal, compuesta por un violín y un acordeón. Ellos son Desavarietés Orquestina, formada por un americano y una húngara; casi dos personajes más de la representación. Ponen música a la función y sonidos a los gestos de los tres protagonistas. Un detalle que aporta frescura en las calurosas noches veraniegas.
Dos horas entretenidas, viendo teatro de forma diferente, que se pasan en un vuelo. Todo el mundo sale con una sonrisa.
Crítica realizada por Patrícia Moreno
