Vuelve a El Maldà de Barcelona BALLA AMB MI, dirigido por Xavi Casan, protagonizado por Toni Viñals y con Marc Garcia-Rami como arreglista y pianista en directo. Se podría resumir como un viaje por el musical americano desde los años 20 hasta nuestros días, y sin embargo no empezaríamos ni siquiera a acercarnos a lo que es realmente esta propuesta.
En lo musical, BALLA AMB MI se mueve entre lo ignoto y lo reconocible, pero siempre alejándose todo lo que puede de los grandes éxitos: pese a la representatividad de varios de los temas dentro de las producciones de sus autores (y hablamos de gente como Irving Berlin, Lorenz Hart, Cole Porter, Stephan Sondheim o Jonathan Larson), es fácil acordar que no se trata de showstoppers. Y en muchos casos, incluso a alguien aficionado al musical le costará reconocer números.
Por lo tanto, el repaso a los grandes éxitos del pasado no está en el ADN del espectáculo. Sin diálogo ni presentación, sin casi espacio entre las piezas (excepto un interludio extraído de la banda sonora del film “Reds”, que escribió Stephen Sondheim), BALLA AMB MI se olvida de elementos argumentales para ofrecernos conexiones emocionales. Una yuxtaposición que pide tanto precisión como una mutación constante del estado energético de Viñals. Deseo, entrega, soledad, vitalidad, creatividad, desesperación y el puro amor son constantes que van repitiéndose en el espectáculo, y que marcan también los movimientos del actor y su relación con el pianista… y el piano. Una suerte de coreografía que sólo es explícitamente baile a ratos, que en el reparto de tareas de la obra se ha calificado muy oportunamente como “movimiento”, y que dirige Cristina Martí.
En sus mejores momentos, BALLA AMB MI te atrapa tanto que hasta te olvidas de aplaudir: por la intimidad de algunas de las canciones (“Fes-li el salt”, “Ara”), por la intensidad del trabajo físico de Toni Viñals (“Viu estic” de “Hair”, “Estic Viu” de “next to normal”) o, personalmente, por la combinación perfecta de elementos, como es el caso de “Dibuixar un barret”, número clave del “Sunday in the park with George” de Sondheim.
No es necesario ser un experto en musicales y reconocer las piezas más oscuras de este puzle para disfrutarlo. Ni siquiera intentar resolver el puzle. Lo único necesario es querer dejarse impactar e impregnar por el trabajo de Toni Viñals y Marc Garcia-Rami, dejarse llevar por las emociones que desgranan al piano, con su voz y con sus movimientos, incluso con su falta de movimiento. Dejarse llevar en este baile: mandan ellos.
Crítica realizada por Marcos Muñoz