Sónar+D presenta el nuevo álbum de CaboSanRoque en directo con su original máquina sonora formada por artefactos interconectados. El grupo catalán interpretará material de su último disco «12 Rounds» y lo hará acompañado del mecanismo llamado «Tres Tristos Trons», un artilugio formado por motores, peines, latas, moldes y cajas de banjos.
Sónar+D y Mazda presentan el tercer evento de A TASTE OF SÓNAR+D by Mazda Rebels, el ciclo de live shows con instrumentos no convencionales, tecnologías disruptivas y nuevas experiencias escénicas. El evento sirve de introducción a Sónar+D, el congreso internacional sobre creatividad y tecnología que se celebra los días 18, 19 y 20 de junio, paralelamente al festival Sónar.
Este tercer «TASTE» se erealizará el próximo jueves 7 de mayo y estará protagonizada por CaboSanRoque, que interpretará material de su último disco «12 Rounds» con teclado y guitarra acompañado por el mecanismo «Tres Tristos Trons», una máquina musical creada por artefactos conectados entre sí. Tras el show, Vallès ofrecerá una sesión de dj.
CaboSanRoque nació en 2001 tomando prestado su nombre de un antiguo transatlántico. Hoy Laia Torrents, ingeniera industrial, y Roger Aixut, arquitecto, están al mando de la formación. A caballo entre grupo de rock, artistas plásticos y performers, CaboSanRoque hace explotar las categorías gracias a sus artefactos: materia y onda, máquinas musicales e instrumentos que hacen ruido, objetos en serie que se vuelven únicos en sus collages mecánico-sonoros. En catorce años de existencia han generado una población heteróclita de máquinas musicales que viajan de una escena a otra y han colaborado con grandes nombres de la escena musical, popular y experimental, y de las artes escénicas y plásticas.
Sus collages mecánico-sonoros producen nuevos sonidos que, como en las colecciones de hace siglos, se mueven entre lo raro y lo bello, entre la erudición y la curiosidad: chasquidos de cintas métricas de metal, martillos de piano que golpean ollas, sartenes, tubos, cajas de lata, caracolas o bidones; cráneos de vaca como caja de resonancia de pequeños aparatos sonoros mecánicos, púas de guitarra que raspan peines, micrófonos que pendulan creando acoples con un altavoz, teclados de máquinas de escribir que se agitan, explosiones de burbujas en un tarro de vidrio, manos de muñeca accionados por pistones que raspan viejas cuerda… Todos esos sonidos se producen, condensados en el espacio y en el tiempo, en sus particulares gabinetes de coleccionista, máquinas y espectáculos que, como sucedía con los coleccionistas del Renacimiento, se muestran al público con dos fines principales: entretener y presentar ordenadamente la colección para posibilitar su entendimiento.
La música de CaboSanRoque se basa en la producción de sonidos a partir de acciones mecánicas, que se convierten en protagonistas en el escenario y que son dirigidas y operadas por complejos sistemas electrónicos que se mantienen invisibles. Una combinación de movimientos mecánicos inventados hace siglos sometidos al control de hardware y software musical actual. La tecnología como medio y no como fín.