La 32º edición del Sónar de Noche en Barcelona la petó con los shows de BICEP, Nathy Peluso, Peggy Gou, Cora Novoa y Armin van Buuren b2b Indira Paganotto. Artistazos de primera que hicieron bailar hasta el último rincón de la pista. Un Sónar que un año más ha sido apoteósico.
Los platos fuertes de la noche son siempre desde temprano, desde las 10 de la noche convirtiendo el paso del Sónar de Día al Sónar de Noche en toda una excursión con buses y trenes llenos y la guerra para encontrar un taxi. Pero es lo que toca y la gente se traslada por última vez para vivir la experiencia, pues a partir del próximo año Sónar se queda día y noche en Fira Gran Via.
BICEP presentó su CHROMA AV/DJ set que abarrotó el SónarClub. No es la primera vez que BICEP viene a Sónar de Noche y la gente ya sabe lo que le espera. Y no se equivocaron, los de Belfast trajeron al Sónar de Noche un set mezclando UK house, italo-disco, breaks… con una selección de piezas muy emocionales. No hay mejor selección musical para los visuales y la combinación de láser que se vivió viendo CHROMA. Empezamos vibrando con la música, con un hype bien tenso mientras la palabra CHROMA iba parpadeando en la pantalla, multiplicándose, apareciendo y desapareciendo mientras los láser que salían del centro del escenario iluminaban parpadeando también de un lado a otro. También el logo de BICEP fue protagonista de esto visuales girando cual rueda y cambiando de color entre amarillos, rojos y rosas. Un show increíble que nos ha demostrado cómo transmitir emociones y sentimientos juntando unos buenos visuales e iluminado con la música más selecta. El público no paró de bailar y gritar del hype mientras, en sus caras, reinaban las sonrisas.
Después de tantas emociones juntas es hora de salir a tomar el fresquito al SonarPub a ritmo de Angel Molina. Angel es un mítico del Sónar una leyenda del techno que tiene su público fiel y así se materializó la noche del viernes en el festival. Un set con una progresión lenta, un techno profundo para moverse de lado a lado sintiendo cada nota, cada bombo.
Daito Manabe salió del Sónar de Día al que nos tenía acostumbrados para llegar a las noches del Pub. Con Daito nunca sabes lo que va a pasar, es un cerebro todo él, a parte de ser un genio es un gran amante de la música y buen selector. Nunca sabes qué esperar de sus sets, pues puede ser todo ambient o sorprenderte con ritmos rápidos y distorsiones. Y así lo hizo. Empezó lento, muy tranquilo, ambient para ir introduciendo bombos lentos, muy al mood de Angel Molina pero su progresión acabó sonando hasta drum’n’bass. Desde la primera fila se podía apreciar al público balancearse de izquierda a derecha hipnotizados por lo que no podía faltar, sus visuales profundos, tribales, explosión de beats… simplemente perfectos.
Ya en Sónar+D tuvimos la oportunidad de ver a Max Cooper y explicar la importancia de la sensibilidad al construir un show y cómo desgranarlo y adaptarlo al espacio para crear sensaciones y hablar con la música. El set empezó tarde con problemas técnicos, no obstante decidió empezar. Todo iba genial y Lattice 3D/AV se apoderó de las pantallas de SonarPub: los colores primarios a lo ordenador oldschool con las tipografías retro, la música envolvente… sin embargo todo se paró y anunciaron que no podría continuar por problemas técnicos.
SonarClub fue testigo de el espectacular set de Peggy Gou. Convertida en uno de los nombres más reconocidos de la música electrónica actual, la coreana ha dejado el listón muy alto este Sónar de Noche. Si no tenías ganas de bailar ella te las daba a dosis de bombos y ritmos frenéticos. Un techno que te poseía de la cabeza a los pies. En el Club no cabía un alma más y la motivación salía por los poros.
Nathy Peluso presentó el show de su nuevo álbum GRASA. Nathy es una mujer fuerte y atrevida en lo que a su música y sus shows se refieren y es que la argentina es capaz de cantarte una bachata, soltarte un trap, rapearte disparando rimas y cantarte una salsa. Bailando y moviéndose de un lado al otro con una actitud espasmosa tuvo un público entregadísimo cantando canciones como Ateo o Mafiosa sin faltar su canción con Bizarrap. Pero por si no tuviste suficiente Nathy, no tenías más que ir para el SonarCar y pegarte una buena dosis de Club Grasa donde Sónar se convirtió durante una hora en el aftershow de Nathy. El Car lleno en la pista y abarrotado a sus espaldas en el podio. un b2b junto con Chris Collins y Afri K. Todos animando por el micro, la gente coreando sus nombres. Todos bailando sin parar esos temas de afro house, mucho ritmo para mover las caderas y echar algún perreito espontáneo mientras Nathy de vez en cuando se improvisaba algo demostrando que se lo estaba pasando de miedo.
Otro de los favoritos del sábado noche era Eric Prydz desde el SónarClub. Donde unos iban por su indudable trayectoria musical otros iban en busca de un espectáculo visual que no ocurrió, pues tenían en sus mentes la locura 3D que armó por su pasado paso por Sónar, algo muy difícil de superar. Con los oídos clavados en su set pudimos escuchar una sesión de progressive house cargado de melodías totalmente hipnotizantes. Los lásers del SonarClub nos apuntaban desde el escenario haciendo pura magia.
Y hacía mucho que Skrillex no se pasaba por el Sónar y eso generó muchísima expectación. En esta ocasión vino junto a Blawan en un back to back un tanto singular. Lo cierto es que el set empezó muy tranquilo con un techno muy progresivo y fue evolucionando hacia un dubstep también muy progresivo.
Otro de los back to backs más locos de esta edición fue sin duda el de Armin Van Buuren e Indira Paganotto. La gran leyenda holandesa del trance se juntó con la nueva estrella nacional del psy-techno. Realmente sonó techno del duro, acelerado, frenético… este duo nos tenía sin aliento. La química en el escenario era brutal y estos dos demostraron que se entienden a la perfección fusionándose con la música tema tras tema.
El turno de la gallegocatalana Cora Novoa llegó en el SonarLab. Mental Diary Act III fue la nueva propuesta que Cora tenía para nosotros. Amante de los sintetizadores modulares, mostró todo su poderío sonoro, sonidos únicos, duros, un techno brutal que resonaba por todo el Lab. El trabajo visual de Tomás Aciego simplemente perfecto. El logo de Cora pasando en zoom por la pantalla con tonos entre azules y rosas, el jinete diabólico… maravillas visuales que nos acompañaron por este viaje mental con Cora Novoa en la sombra perdida entre las imágenes.
Sónar, un año más, nos deja con muy buen sabor de boca y ganas de saber que nos depara la próxima edición que se celebrará en Fira Gran Via los días 18, 19 y 20 de junio. La preventa está ya disponible rellenando el formulario de su página web. Si te quedó dinero en la pulsera puedes tramitar la devolución escaneando la pulsera con tu cámara o bien en el enlace de su página web hasta el 20 de julio. ¡Nos vemos en la 33 edición de Sónar!
Crónica realizada por Nina Delgado.