El Teatre Borras de Barcelona presenta Mesures Extraordinàries, una comedia creada por el tándem artístico compuesto por Carmen Marfà y Yago Alonso -responsables de éxitos como Ovelles, La Pell Fina y La Presència– que denuncia, con humor y naturalismo, cuánto cuesta morirse. La obra está interpretada por Mercè Arànega, Francesc Ferrer y Mia Sala-Patau.
El padre de Toni acaba de morir y la familia no tiene dinero para pagar la funeraria. Toni no sabe cómo explicar la situación a su madre, Aurèlia y, con la complicidad de su hija Emma, intentará llevar a cabo el único plan que se le ocurre: enterrar al padre por su cuenta. Los tres personajes corresponden a tres generaciones que encaran la muerte del familiar desde lugares opuestos. Quizás este periplo para darle al abuelo una despedida digna consigue unirlos.
Mesures Extraordinàries es un espectáculo de humor negro basado en la obra Instruccions per enterrar un pare, el segundo texto escrito por Marfà-Alonso, al que ahora quieren darle una segunda vida después de que la primera quedara truncada por la pandemia.
La obra plantea una situación en la que una familia no puede permitirse sufragar un funeral. Una denuncia, con humor y naturalismo, sobre cuánto cuesta morirse y del increíble negocio que hay detrás de los funerales. También habla de la dignidad. Del legado que nos dejan nuestros padres y de cómo les devolvemos lo que nos han dado. De los rituales, de la importancia que tienen para la sociedad y de cómo cohesionan a las familias, sean como sean. Una reflexión sobre la muerte, sobre las diferencias entre jóvenes y mayores a la hora de encararla y sobre la importancia de despedirse. Marfà-Alonso nos presentan así una serie de trágicas desdichas desternillantes, sinceras y punzantes que recordaremos por días.
Como los mismos autores del texto indican: “Si ya es muy difícil pagarse la vida, ¿cómo debemos tener dinero para pagarnos la muerte?”. Y es que, en un momento de duelo familiar, lo único que recordaremos y, obviamente pasaremos por el aro, es como una funeraria nos sangra una cantidad ingente de dinero para poder enterrar en paz a un ser querido. Una cantidad que, como Marfà-Alonso exhiben en el texto, no está al alcance de todos. Un ataúd: unos 4000 EUR… las flores: 300 EUR… los recordatorios, el alquiler de la sala del velatorio, el cura de la misa que no cobra pero hay que hacer una donación… Un continuo desembolso de dinero a un hoyo sin fin (que gracioso decirlo así) el cual no todo el mundo puede costearse. Suerte tienes si tus padres, desde bien jóvenes, han ido pagando «los muertos» con intención de que sus hijos lo tengan todo atado.
Para poder llevar a cabo este divertido y surrealista texto, Marfà-Alonso se han acompañado de un trío de ases perfecto para la ocasión: Mercè Arànega, Francesc Ferrer y Mia Sala-Patau.
Mercè Arànega nos presenta a Aurèlia, la matriarca de la familia, la que mejor lidia con la muerte de su marido. Acostumbrada a que sus amigos y familiares empiecen a marchar al otro lado, ella encara la muerte con una naturalidad impasible. Eso sí, quiere lo mejor para su marido, un funeral de copete. Arànega pone en ella toda su experiencia teatral para presentarnos a un personaje fuerte, serio y seguro, que nos recordará todo lo que ella (y su marido) han hecho por su hijo y familia.
Francesc Ferrer nos presenta a Toni, el hijo de Aurèlia. Toni es un personaje que podríamos catalogar como gafe. No hay cosa que le salga bien: sus metas, su matrimonio… su vida en general parece creada para el fracaso. Aun así, Toni es un personaje que luchará por que todo salga bien (aunque eso no suele funcionarle mucho). Hará todo lo posible para que el funeral de su padre esté a la altura de lo que se merece, aunque en ocasiones su fe se vea mermada y se hunda en un pozo de depresión sin fin. Ferrer nos ofrece toda su bis cómica, y su gran experiencia sobre las tablas, para acercarnos un personaje con un cacao mental importante, lleno de ansiedad e inseguridades. Su experiencia en este tipo de espectáculos (recordemos su gran interpretación en La Pell Fina) lo convierte en un detonador continuo de risas entre el público.
Por último, la benjamina de la casa es Emma, la hija de Toni y nieta de Aurèlia, interpretada magistralmente por Mia Sala-Patau. Mia nos presenta a una joven actual. Una joven sin complejos ni apegos a nada. Pragmática. ¿Que no tenemos dinero para costear el funeral del abuelo? Opciones hay, aunque no sean del agrado de muchos. Ella será la que tendrá que acercar posturas entre las dos generaciones mayores y, poco a poco, ayudar a tirar adelante a la familia gestionando unas ideas bien locas. Sala-Patau nos deja una interpretación sincera y, aunque no lo parezca inicialmente, llena de corazón.
En la parte técnica, destacar la sencilla y efectiva escenografía creada por Enric Planas, la cual nos traslada sencilla y rápidamente de un lugar a otro; la elección de la música de Jordi Marfà y el vestuario de Ariadna Julià que nos acerca aun más a la psique de cada personaje en escena.
Acudir a un teatro a ver una obra del tándem artístico Marfà-Alonso es siempre un buen plan. Un buen texto, bien divertido y con unas interpretaciones extraordinarias. Tan extraordinarias como las medidas que tiene que tomar la familia para enterrar al abuelo. ¡Que Dios lo tenga en su gloria!
Crítica realizada por Norman Marsà