En un salón-comedor modesto pero acogedor, una joven ordena con nerviosismo lo que ya está en su sitio. Es su forma de combatir la impaciencia mientras espera a que lleguen sus compañeros, porque esa noche deberán tomar una decisión que podría cambiar sus vidas para siempre. Así comienza ¿Qué hacemos con Bea?, una obra de Sisu Producciones que puede verse esta temporada en el Teatro Lara de Madrid.
La pieza se construye en torno a una dicotomía: el éxito o la lealtad, la ambición o los principios. Esta tensión vertebra una narrativa escrita por Eider Uribe y Manuel Gareno, que transita con soltura entre el drama y el enredo, la mentira y el humor. Más allá del conflicto central, la obra logra conectar con el espectador a través de la realidad cotidiana de sus personajes, que se encuentran atrapados entre la precariedad laboral, la búsqueda de sentido, el descubrimiento de su identidad y el deseo profundo de sentirse útiles y fieles a sí mismos.
La historia sigue a cinco amigos, integrantes de una compañía teatral emergente, que se reúnen en plena final del Mundial de Fútbol de 2022 para decidir si aceptan la propuesta de un productor que exige la salida de Bea, fundadora del grupo y figura ausente durante toda la obra. Lo que empieza como un encuentro aparentemente inocente se convierte en una reunión de reproches en la que salen a la luz verdades incómodas que sacuden al grupo.
El reparto —formado por Maggie García, Felipe Lorenzo, Helios Martos, Iker Urgoiti y los propios dramaturgos Eider Uribe y Manuel Gareno— se entrega a esta historia con un compromiso admirable. Daniel Coronado, responsable de la dirección, acierta al potenciar el ritmo emocional de la obra sin renunciar a momentos de pausa, donde la mirada y el silencio adquieren tanto peso como el texto. Por otro lado, la escenografía sencilla, enmarcada en el espacio de un piso compartido, permite centrar la atención en los vínculos entre los personajes.
¿Qué hacemos con Bea?, propuesta que quedó finalista en el concurso Pitch a Escena 2024, es una pieza ambiciosa, cruda y tierna al mismo tiempo, a la que, a pesar de todo, le falta algo de madurez para alcanzar su auténtico potencial. Destaca por su honestidad y su voluntad de hablar de temas tan relevantes como la amistad, las clases sociales, la lucha por los sueños o la fidelidad a uno mismo.
Crítica realizada por Judith Pulido
