La Sala Versus Glòries de Barcelona nos trae Després del final, un thriller psicológico dirigido por Marc Rosich que explora con valentía una relación de abuso. La obra, basada en uno de los primeros textos de Dennis Kelly, nos sumerge en una historia inquietante donde los límites entre víctima y agresor se difuminan, dejando una profunda reflexión en el espectador.
Marc Rosich dirige con precisión una obra que retrata la crudeza de la realidad en un espacio escénico íntimo y cambiante. La Sala Versus Glòries, con su proximidad, nos sitúa alrededor de la escenografía, convirtiendo al público en testigo directo de la historia. Paula Font Creixell y Daniel Gener trabajan en esta escenografía minimalista, junto con el juego de luces y la disposición del espacio que llegan a potenciar mucho más la sensación de encierro, fundamental en la trama. Aun así, el tono de la obra tiene momentos cómicos, que logran ser el respiro dentro de una historia en tensión constante.
La obra inicia con Louise, la protagonista, interpretada por Meritxell Calvo, despertando desorientada en un búnker. Su compañero de trabajo, Mark, interpretado por Ramon Pujol, la ha llevado allí asegurando haberla salvado de un ataque nuclear. Sin embargo, la narrativa nos obliga a preguntarnos constantemente si realmente ha sido rescatada o, más bien, secuestrada. La relación entre ambos evoluciona con cada escena, pasando de una aparente buena amistad a una dinámica inquietante de manipulación y abuso de poder.
A medida que avanza la historia, la tensión crece exponencialmente. Calvo en su personaje atraviesa una montaña rusa de emociones: desconcierto, miedo, desesperación y, finalmente, resistencia. Pujol, por su parte, encarna el perfil de un agresor que, bajo una aparente fragilidad, esconde un profundo resentimiento. Su personaje, que en la superficie podría parecer un inadaptado social, termina revelándose como un peligroso depredador emocional.
El trabajo de interpretación es impecable. Pujol construye un personaje complejo, lleno de matices, que oscila entre la vulnerabilidad y la monstruosidad. Logra que el público, por momentos, sienta compasión por Mark, solo para después recordar con crudeza su verdadera naturaleza.
Calvo interpreta a Louise, con una intensidad conmovedora que nos atrapa con su expresividad, especialmente en los momentos en que la comedia inicial se desdibuja para dar paso al horror de su vulnerabilidad. Su transformación es impactante: de ser una mujer fuerte y segura, se convierte en alguien quebrada por la experiencia, pero con un atisbo de resiliencia.
El momento clave de la obra, el abuso, es ejecutado con un poder simbólico desgarrador. No se muestra explícitamente, pero el uso magistral del juego de luces y la gestualidad de los actores deja claro lo ocurrido. El silencio en la sala es absoluto. No hace falta mostrar nada; todos entendemos lo que ha pasado.
Després del final es un relato valiente, incómodo y profundamente necesario. Aunque su premisa pueda parecer distópica, la realidad es que refleja una problemática demasiado presente en nuestra sociedad. Su lenguaje interno, su ritmo ágil y su capacidad de generar conciencia la convierten en una pieza imprescindible, especialmente para el público joven. Nos deja con una pregunta inquietante: ¿cuáles son las secuelas irremediables de nuestras acciones?
Crítica realizada por Yadi Agurto